“Las dos rotondas de acceso a Calp, una obra necesaria”. Así ha titulado el Ayuntamiento de Calp el anuncio de la firma del acta de replanteo del proyecto de construcción de las dos grandes rotondas que darán acceso al municipio desde la N-332, que se ha celebrado este martes. Con similar grandilocuencia, el alcalde, César Sánchez, afirmaba que era “un día histórico”. El primer edil, sin embargo, no ha firmado esa acta, sino que lo ha hecho su lugarteniente en el gobierno municipal y concejala de Urbanismo, Ana Sala. Este proyecto para el que la Diputación de Alicante, presidida por el propio Sánchez, aprobó aportar dos millones de euros, lleva aparejada una enorme conroversia. Y es que una parte de los terrenos sobre los que se materializa fueron expropiados por el consistorio a la suegra del propio alcalde apenas unos meses antes de que la institución provincial aprobara la inversión con el voto del propio Sánchez. La oposición en la Diputación, y en concreto el grupo de Compromís, presentó un recurso de reposición y amenazó incluso con llevar el asunto a los tribunales por considerar que Sánchez podría incurrir en incompatibilidad.
De ahí que el alcalde, igual que sucedió cuando llegó el momento de firmar el convenio para la ejecución del proyecto, eludiera este martes firmar el acta de replanteo, aunque sí que ha participado en el acto, al que se había convocado a los medios de comunicación.
En la misma línea con la que se ha pronunciado desde que Compromís cuestionara la inversión provincial en este proyecto y abogara por un reparto más equitativo de los fondos de la diputación entre los municipios, Sánchez ponía el énfasis en la urgencia de las rotondas para dotar a Calp de un acceso adecuado y minimizar los riesgos de accidente. En este sentido, recalcaba que la ciudad del Penyal cuenta con los mismos accesos que cuando sólo tenía 1.500 habitantes. Ahora hay censados 20.000, aunque en realidad conviven 45.000, que en época estival llegan a ser 120.000. Además, el actual acceso es “un punto peligroso, donde los accidentes marcan la memoria de todo el pueblo”, indicaba el alcalde.
El acta de replanteo firmada entre la administración provincial y la empresa adjudicataria, Gerola Transer S.L.U, en la que también ha puesto la rúbrica Ana Sala, marca el inicio de las obras, que comenzarán a partir de enero y estarán finalizadas en seis meses, antes del verano, según establece el pliego de condiciones. Su presupuesto es finalmente de 1,5 millones de euros, ya que la adjudicataria se quedó el contrato ofertando una baja de medio millón.
Mejoras en la conectividad viaria
Las obras mejorarán la flexibilidad del trazado y, sobre todo, la seguridad vial. Como punto importante, articularán mejor los movimientos de los vehículos. Permitirán un acceso rápido al centro urbano y a la zona de playas de Calp, conectarán fácilmente con la CV 746, la carretera que da el acceso a Moraira y a la estación de autobuses. Por otra parte, permitirán conectar con otras áreas urbanas, el futuro polígono industrial y comercial y áreas a las que, hasta este momento, se debía girar a la izquierda, con gran peligro.
Por otra parte, el gobierno local resalta el “gran esfuerzo” realizado por el consistorio “durante estos últimos años para conseguir poner de acuerdo a las distintas administraciones para incluir las dos rotondas en el PGOU”. Diseñar los proyectos, la inclusión en los trazados, el suelo y los convenios. “Calp hoy ha hecho realidad un proceso que ha llevado mucho tiempo y mucho trabajo” y que significa “un gran paso para el municipio en seguridad y bienestar”.