Randy Yari es un chico venezolano de 33 años portador de VIH. Reside en Madrid desde hace tres años con su pareja.
Como informó eldiario.es, el pasado 13 de noviembre, estaba de paso por València cuando la Policía lo identificó y, al no tener papel alguno, fue internado en el CIE de Zapadores.
“Nunca antes había estado internado en un CIE”, declaró R. Y., quien criticó las condiciones del centro: “aquí hay restricciones de todo tipo, la comida es una porquería, las celdas son asquerosas y no tienen calefacción, todo el mundo está resfriado”. “Hay un abuso de poder de muchas de las personas de aquí contra los internos”, añadió entonces.
Según denuncian desde la campaña CIE No, durante su primer mes de privación de libertad, no se le suministró la medicación que necesitaba por parte del CIE, aunque no dejó de tomarla porque su pareja se la suministraba en las visitas.
Las mismas fuentes han añadido que al parecer, a partir del primer mes de encierro el CIE le facilitó la medicación, aunque no existe constancia por escrito de esto: “el retraso en facilitar la medicación por parte del CIE, según denuncia Randy, se debe a que desde el primer momento en que fue internado, comunicó al médico del CIE y al director la enfermedad que padecía, pero ninguno mandó que se le realizaran análisis para comprobarlo y ver en qué estado de salud se encontraba”.
Así, fue llevado a hacerse análisis después de un mes en el CIE, aunque no se conocen los resultados.
“La Campaña CIE NO nos enteramos del caso cuando llevaba más de dos semanas de privación de libertad y denunciamos en medios de comunicación su situación de vulneración de derechos, al ser una persona enferma bajo tutela del Estado a quien no se le estaba administrando la medicación que necesitaba”, han denunciado desde la entidad.
Según han asegurado, esta situación se puso también en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 3 de Valencia en funciones de control del CIE, del Defensor del Pueblo y del Juzgado de instrucción número 12 de Valencia (juzgado que dictó el internamiento).
Además, al Juzgado de Instrucción 3 de Valencia se aportó informe de Médicos del Mundo en el que se solicitaba el fin del internamiento y la paralización de la expulsión, fechada inicialmente para el mediados del pasado mes de diciembre.
Desde la Campaña CIE No han denunciado que hace dos días se le notificó a Randy que este martes iba a ser deportado a Venezuela.
La entidad ha denunciado que no se haya realizado pruebas médicas a una persona privada de libertad que comunicaba ser portador de VIH; que no se haya administrado la medicación necesaria por parte del CIE a una persona enferma que se encuentra bajo tutela del Estado; que se quiera deportar a Venezuela, país en el que ahora mismo hay dificultades para acceder a tratamiento antirretroviral, a una persona portadora de VIH.
Por este motivo, han exigido al delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, que paralice la expulsión por razones humanitarias. Sin embargo, fuentes de esta Delegación han recordado que la orden de expulsión viene de la subdelegación de Burgos y que por tanto el expediente administrativo no escapa a sus competencias.