“Anoche no se registró ninguna incidencia en la ciudad. Las restricciones horarias, extremar las precauciones, continúan siendo fundamentales para evitar un aumento de COVID-19. Gracias por vuestra colaboración y responsabilidad”. Este es el mensaje que lanzó la Policía Local de València en sus redes sociales adjuntando diversas fotos de las principales calles y plazas de la ciudad totalmente desiertas. La capital valenciana y otros 31 municipios de la Comunitat Valenciana han vuelto a tener restringida su movilidad nocturna al entrar en vigor en la madrugada de este martes 13 de julio un nuevo toque de queda 35 días después del que estuvo en vigor durante 32 semanas en el segundo estado de alarma, entre octubre de 2020 y junio de 2021.
Su vigencia, que se prolongará durante dos semanas, ha sido avalada por un auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que concluyó que las medidas acordadas por el Gobierno valenciano, que incluyen también la limitación a un máximo de 10 personas de las reuniones sociales, son “equilibradas” y cumplen el juicio de “proporcionalidad” dado el aumento de las hospitalizaciones y la “situación cercana al colapso que se está ya produciendo en los centros de atención primaria”.
Este toque de queda está circunscrito únicamente a 32 poblaciones, 30 de ellas en la provincia de Valencia, con la ciudad de València como núcleo principal y otras poblaciones de más de 30.000 habitantes como Gandia, Paterna, Mislata, Aldaia, Burjassot, Xirivella y Alaquàs. De la provincia de Castellón solo figura la población turística de Benicàssim, y de la de Alicante, el municipio de Sant Vicent del Raspeig.
La medida viene motivada por el incremento exponencial de la incidencia acumulada de los contagios causada principalmente por el aumento de la movilidad y de las interacciones sociales, especialmente entre el sector más joven de la población que aún no está vacunada, en la que se concentran el mayor porcentaje de los contagios y de los ingresos hospitalarios. También en el incremento de la presión en los centros de atención primaria, encargados de realizar las labores de detección de brotes, rastreo de contactos y también de vacunar a una parte de la población.
Sin embargo, la vuelta al confinamiento nocturno no acaba de convencer a la población más joven, a la que parece que va dirigida la medida. Mariam Corell, estudiante de 21 años de València, considera que el confinamiento nocturno “no va a ser muy efectivo puesto que ahora no hay clases y se puede socializar el resto del día a diferencia de lo que pasaba en el anterior toque de queda, que prácticamente solo se podía ir de casa a la universidad y viceversa”.
Corell considera que en cierto modo se está señalando a la franja de edad más joven: “En verano, que no hay clases, es normal que aumenten las interacciones, el problema es que no nos llegan las vacunas; yo me la pondría mañana mismo”.
Además, añade que dentro de su círculo de amigos tratan de no juntarse con otros grupos y que mantienen el uso de la mascarilla en todo momento “salvo en la playa”.
Por su parte, Fernando del Molino, taxista autónomo y presidente de la Confederación de Taxistas Autónomos de la Comunitat Valenciana, comenta que con el toque de queda “la mayoría de compañeros hace las horas durante el día, por lo que hay un exceso de oferta que hace que la rentabilidad del servicio sea casi nula, mientras por la noche de produce un pico de demanda entre las 0.30 y la 1.30 horas por la gente que termina de trabajar o que ha salido a cenar y se va a casa”.
El resto de la noche, explica, “el servicio se reduce a lo mínimo para emergencias, es decir, 50 ó 100 taxis en una ciudad que cuenta con 3.000”.
Sobre lo que les trasladan los clientes respecto del toque de queda, afirma que “en general la gente está cansada y tiene muchas ganas de fiesta y de salir porque muchos están ya vacunados”.
La Comunitat Valenciana registró este miércoles una incidencia acumulada de 368 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días (436 de media en España). Hace tan solo tres semanas, en concreto el pasado 23 de junio, estaba en riesgo bajo con 47 casos por cada 100.000 habitantes. En cuanto a las hospitalizaciones, este martes había 367 personas ingresadas, mientras hace tres semanas eran tan solo 96.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, destacó que la respuesta ciudadana a la limitación de movilidad nocturna en 32 municipios ha sido de “altísima responsabilidad” y apenas ha habido ocho propuestas de sanción por incumplimiento.
Puig ha resaltado que los incidentes han sido mínimos en el conjunto de los municipios afectados, entre ellos València y Gandia, y ha dicho que “se puede hacer ocio”, se puede acudir a los espacios naturales y se pueden tener relaciones sociales pero “en condiciones de seguridad”, con mascarilla y con distancia.
Asimismo, afirmó que la vacunación contra el coronavirus avanza y el 62% de la población valenciana ha recibido al menos una dosis, y ha reiterado que, si se cumple el calendario previsto, la Comunitat Valenciana llegará al 9 d'Octubre, día de la fiesta autonómica, con inmunidad global.