Ciudadanos pide la retirada de la ley valenciana contra la ludopatía y vincula sus efectos con la crisis económica derivada de la COVID-19. El grupo parlamentario ha presentado este lunes una proposición que pide al Ejecutivo la retirada del proyecto de Ley del Juego “debido a la grave situación de excepcionalidad económica y social”.
La formación que dirige Toni Cantó considera que la normativa, que establece serias restricciones a las máquinas tragaperras y a los locales de apuestas deportivas, “deja desprotegidos a los miles de trabajadores que perderían su empleo y a cientos de empresas que cerrarían si se aprobase el citado proyecto”.
La formación naranja presenta esta petición varios días después de que los partidos del Botànic -PSPV, Compromís y Unides Podem-EUPV- manifestaran su intención de retomar el proyecto, que quedó sin tramitar por el adelanto electoral después de una legislatura de negociaciones. La intención de la mayoría progresista era tramitar esta norma en el próximo pleno.
Hace apenas una semana, no por primera vez, una federación de hosteleros enviaba un comunicado de prensa exigiendo la retirada de la norma con argumentos similares. Antes de que la pandemia llegara a España, entidades de hostelería ya demandaban su reconsideración, alegando efectos sobre el empleo y los ingresos de los bares. La patronal del juego Andemar también había solicitado su paralización hasta revertir la crisis económica.