Coeducación, diversidad y trasformación digital, los tres grandes retos de Escola Valenciana en su sexto congreso
Escola Valenciana celebra, desde este jueves y hasta el próximo sábado 11 de diciembre, su sexto congreso, un encuentro que debe servir para la “reflexión” y el “intercambio de experiencias” con el objetivo de afrontar las transformaciones sociales, económicas o tecnológicas de un tiempo que “cambia a un ritmo trepidante”. “Un cambio de época es un buen momento para construir una nueva educación que dé respuesta a las igualdades efectivas, la inclusión, el plurilingüismo y la necesaria transformación digital”, apuntan desde esta entidad cívica.
Los paraninfos de la Universitat de València y de la Universitat Politècnica acogerán los actos de apertura y clausura (jueves y sábado), mientras que la facultad de Magisterio de la Universitat de València será el escenario de las diversas mesas, ponencias y talleres durante la tarde del jueves y la jornada del viernes.
Este sexto congreso servirá para rendir homenaje a todas aquellas mujeres que han contribuido a realizar una escuela “valenciana, innovadora e igualitaria”, como es el caso de Empar Navarro, maestra y política valenciana de la Segunda República con un destacado compromiso social: “Recordando su memoria conoceremos la educación en aquella época y la introducción del valenciano en el colegio durante la Segunda República”.
La cita estará marcada de forma transversal por la sostenibilidad ambiental, ya que los congresos “tienen una gran capacidad de generar cambios y crear una nueva cultura de sostenibilidad”. ¿Cómo? Minimizando el impacto ambiental derivado de su celebración, identificando los impactos ambientales derivados de los materiales, del uso de los espacios y de la movilidad y actuando para reducirlos.
Tres grandes retos
El congreso se articula en tres ejes principales: coeducación, diversidad y plurilingüismo y transformación digital. Respecto al primer gran reto, el compromiso que encara Escola Valenciana es el de educar en igualdad, y para ello resulta clave la coeducación. “El sistema educativo es el recurso socializador con más potencial transformador del que dispone nuestra sociedad y, por tanto, el espacio más adecuado desde donde construir las bases para unas relaciones más igualitarias entre chicos y chicas”, sostienen: “Se trata de construir esas relaciones igualitarias y educar desde otros modelos de masculinidad que nos acerquen a conseguir el reto planteado”.
En cuanto al segundo gran reto, Escola Valenciana reivindica una educación “valenciana, plurilingüe, inclusiva e intercultural”, apostando por la convivencia entre colectivos que piensan y hablan “de forma diferente, garantizando personas comprometidas con las sociedad que les envuelve y que no se dejan atrapar por los prejuicios”. Insisten en la necesidad de situar el valenciano como lengua vehicular y vertebradora dentro del sistema educativo para grarantizar su conocimiento por parte de todo el alumnado y favorecer su uso“, al tiempo que se debe asegurar a todo el alumnado una competencia lingüística sólida en diferentes lenguas.
Por lo que respecta al tercer eje, la transformación digital, la entidad explica que la irrupción de internet, las pantallas y las redes sociales “nos sitúan ante este nuevo reto”: “En el fondo se trata de crear un nuevo contrato social y una nueva cultura, la cultura digital”. “No se trata de una cuestión de edad, sino de capacidades, actitudes y recursos”, apuntan, y añaden que estamos ante un nuevo terreno de juego para todo el mundo: “Tener un 'yo' digital no es sólo elegir qué foto nos ponemos de perfil, es también ser conscientes de que tenemos una huella digital, un rastro, formado por todo lo que decimos, hacemos, subimos, escuchamos y buscamos en Internet”.
Una sociedad “más diversa que nunca”
Tal y como explican, la sociedad del siglo XXI ha cambiado de paradigma y se ha vuelto “más diversa que nunca”, situándose en un mundo “líquido” -parafraseando al sociólogo Zygmund Bauman-, lo que supone un “considerable problema” para la educación de las nuevas generaciones: “La educación se ve más como un producto que como un proceso; debería ser una acción continua en la vida y no servir únicamente para el fomento de las habilidades técnicas”. Escola Valenciana aboga por formar ciudadanos que recuperen el espacio público de diálogo y sus derechos democráticos, de forma que sean capaces de vivir el futuro de su entorno con un compromiso social“.
La entidad considera necesario revitalizar las comunidades locales tradicionales, “las más próximas”, sin necesidad de reforzar los roles de género ni poner en entredicho los progresos de la emancipación femenina.
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