La filosofía del Colegio Luis Fortich es que todos los alumnos, tanto oyentes como sordos, crezcan en igualdad de oportunidades. En las aulas del centro, dependiente de la Diputación de Valencia-, niños oyentes y con dificultades auditivas comparten las clases como modelo de integración social. Un ejemplo de integración para este 14 de junio, Día Nacional de las Lenguas de Signos.
En palabras del presidente de la corporación provincial, Jorge Rodríguez, el proyecto que existe en el Luis Fortich es “un claro ejemplo de la idea de que nadie quede en el camino”, y una muestra de la apuesta de la institución por los servicios sociales municipales y la educación inclusiva.
La escuela, que cuenta actualmente con 34 niños con dificultades auditivas, es un referente en la mejora de la calidad de vida de la comunidad sorda. En cada aula conviven tres niños sordos en plena normalización, desde el nivel de preescolar hasta bachillerato, además de las actividades extraescolares.
La diputada encargada del área de Bienestar Social, Mercedes Berenguer, ha recordado que desde que nacen y son diagnosticados con un problema auditivo, “saber que hay un centro que va a acoger a la familia y al niño en plena integración es satisfactorio para ellos y también para nosotros”.
Por otra parte, para reforzar que los pequeños con sordera sigan el mismo ritmo de aprendizaje que el resto, reciben el refuerzo de profesores de apoyo especializados. Con ellos, los estudiantes preparan las clases que van a recibir al día siguiente. “Desde muy pequeños, los alumnos están totalmente sensibilizados con este tipo de alumnado”, ha destacado el director del colegio, Jordi Iranzo.