La conversión del modelo energético de energías fósiles hacia otro sostenible mediante fuentes renovables no deja de tener un precio sobre el territorio, especialmente en cuanto se refiere a las grandes plantas solares. En la Comunitat Valenciana no todas las comarcas soportan el mismo peso de estos parques fotovoltaicos, y Acció Ecologista-Agró ha mostrado la distribución según las cifras oficiales tanto de la Generalitat como del Estado, señalando que estas infraestructuras se concentran en territorios muy concentrados.
En lo que se refiere a las parques ya aprobados -a fecha de agosto- son un total de 85 plantas, con una potencia total de 2.190 MW. 20 plantas las había aprobado la Administración del Estado y 65 la Generalitat, pero con distinto peso porque las aprobadas por el Gobierno central alcanzaban 1.760 MW de potencia, frente a los 459 MW de las aprobadas por el Consell. Y esta disparidad tiene una explicación: las autorizaciones de la Generalitat son para plantas que llegan como máximo a los 50 MW, mientras que se requiere la autorización del Gobierno son para aquellas que lo superan.
Por provincias los parques aprobados ya muestran un desequilibrio: estos se concentran en Alicante con 1.179 MW, seguido por València 936,70 MW y en último lugar y a mucha distancia Castelló, con 184 MW. Pero el desequilibrio se acentúa cuando se aprecia por comarcas, ya que el Vinalopó y el Valle de Ayora-Cofrentes asumen entre ellas casi tres cuartas partes del total: un 72,3% de toda la Comunitat Valenciana, mientras su superficie relativa es del 7,7%.
El Vinalopó la que más acumula, con 1.000 MW, especialmente el Alto Vinalopó y Villena en concreto, es decir el 84,8% de la provincia de Alicante y el 45,7% de la Comunitat Valenciana; mientras por otro lado destaca el Valle de Ayora-Cofrentes con 583 MW, el 62,2% de la provincia de València y el 26,6% del total autonómico.
Pero la situación de partida de ambas comarcas es diametralmente diferente respecto al encaje de las infraestructuras. Así en el Valle de Ayora-Cofrentes ya hay un volumen de infraestructuras de distribución de alta capacidad instalado por la central nuclear (con fecha de caducidad en principio en 2030) y por las centrales hidroeléctricas de la zona; esta comarca tiene su propio cambio de paradigma energético que ya está realizando desde hace años. En cambio en el Vinalopó, y especialmente Villena, el ayuntamiento ha mostrado su preocupación por la proliferación de proyectos, e incluso ha pedido que se frenen algunos de ellos.
Plantas pendientes de aprobar
AE-Agro señala también que en agosto se estaban tramitando 321 parques solares en la Comunidad Valenciana, con una potencia total de 7.610 MW, un aumento del 350% de las ya aprobadas, y con cifras en las que se producen más reequilibrios. El Estado tramitaba 29 parques con una potencia de 3.407 MW, mientras la Generalitat Valenciana tramitaba 292 parques, con un total de 4.203,19 MW. Estas cifras suponen que los parques en tramitación serán mucho más grandes en capacidad de producción que los hasta ahora aprobados.
Por provincias, en este caso, València toma la delantera con 125 instalaciones solares que tienen una potencia total de 2.867 MW, seguida de cerca por Alicante con 135 instalaciones con una potencia de 2.589 MW. Y destaca el impulso en Castelló de grandes plantas -de tramitación estatal-, ya que con 61 (menos de la mitad que en cada una de las otras dos provincias) tendrán una potencia total más cercana que llegará a los 2.153 MW, acercan
Por comarcas, se mantiene la tendencia a la concentración, pero con reequilibrios. En concreto 13 de las 33 comarcas de la Comunitat Valenciana concentran 5.956 MW de las 7.610 MW que están en tramitación, es decir, el 78% del total de potencia. En las comarcas de Alicante el Vinalopó y la Vega Baja son las que acumulan más plantas; en la provincia de València 7 concentran el 90% de las plantas y potencia en tramitación: la Vall d’Albaida, los Serranos, la Plana de Utiel-Requena, el Valle de Ayora-Cofrentes, el Camp de Túria y la Hoya de Buñol. En Castelló son l’Alcalatén, la Plana Baixa, la Plana Alta y parte del Maestrat las que recogen la mayor parte de las plantas y potencia generada.
Con todo continúan destacando el Alt Vinalopó tiene plantas por una potencia total de 1.471 MW que podrían terminar instalándose en su territorio, mientras en el Valle de Ayora asciende a 915 MW. Por el contrario, algunas comarcas como la Ribera Baixa, la Marina Baixa y la Safor, no reciben este tipo de instalaciones, así como la ciudad de Valencia, “la más poblada y la que menos aporta”, destaca AE-Agró. Entre estas contrastan que los proyectos vayan fundamentalmente a zonas del interior poco pobladas, así la densidad de población de las comarcas con 81,24 habitantes por kilómetro cuadrado en l'Alt Vinalopó o los 8,62 habitantes de el Valle de Ayora-Cofrentes, frente a los 5.898,91 de la ciudad de València, los 400,13 de la Safor, los 388,05 de la Marina Baixa o los 288,5 de la Ribera Baixa, todas ellas en la costa.
Críticas
Detrás de esta elección los ecologistas señalan que hay “criterios meramente económicos de precios de suelo bajo, y mayor número de hectáreas disponibles”, pero advierten que provoca una situación “contraproducente, injusta y además ilegal”.
Explica AE-Agró que las plantas fotovoltaicas “generan muy poco empleo, aproximadamente un empleo cada 100 hectáreas, y esto es menos que lo que genera la agricultura”. Además la concentración de plantas “tiene efectos negativos en el medio ambiente, al afectar al paisaje (y al turismo), además de a la fauna y a los acuíferos”.
Consideran que las instalaciones fotovoltaicas son una carga “que se debe repartir”, como señala la ley de cambio climático en su artículo 25, que obliga a que el despliegue de las energías perseguirá revertir parte de la riqueza que genera en el territorio donde se realice el referido despliegue para activar su economía y combatir el declive demográfico. Además el despliegue de las energías renovables debe llevarse a cabo de manera compatible con la conservación del patrimonio natural y la adecuada ordenación territorial.
“Ni la Generalitat Valenciana, ni el Estado han previsto un mecanismo para compatibilizar energías fotovoltaicas y combatir el declive demográfico”, lamentan en AE-Agró, por lo que explican que han llevado a los tribunales a la Generalitat “por la falta de previsión de este mecanismo en la declaración de prioridad energética del Valle de Ayora”.