Las aguas residuales de Cullera muestran una incidencia de Covid-19 “moderada” en el casco urbano y “muy alta” en la playa

Las muestras recogidas el pasado 24 de febrero a las aguas residuales de Cullera por un laboratorio homologado de la empresa Aigües de Cullera revelan una incidencia por Covid-19 “moderada” al casco urbano (740.000 c.g./L) y “muy alta” en la zona residencial de la playa (15.000.000 c.g./L).

Tal como detallan los resultados de los informes técnicos encargados de analizar estas, también se ha detectado una incidencia “muy baja” de la variante británica en el casco urbano y “leve” en la zona de la playa.

El análisis de estas coincide en la bajada de casos por Covid-19 en el municipio después de una tercera oleada que afectó de forma preocupante en toda la comarca de la Ribera. De hecho, un día después de esta recogida, el 25 de febrero, Cullera presentaba una tasa por cada 100.000 habitantes de 151,98, considerada de riesgo alto por las autoridades sanitarias, aunque suponía una bajada del 93% respecto al 25 de enero, momento en el cual la ciudad tenía la incidencia más alta desde el inicio de la pandemia. Los análisis tratan de detectar la presencia de unidades de virus en las aguas residuales de la localidad.

A estas alturas, tal como ha notificado este jueves Salud Pública, el municipio presenta 22 casos activos y una incidencia por cada 100.000 habitantes de 101,32, el que supone un riesgo moderado y todavía un poco lejos del riesgo bajo que se sitúa entre 25 y 50.

Prórroga de las restricciones

Después de analizar el nivel de incidencia en el municipio, la Junta de Gobierno local ha decidido prorrogar, al menos 1 semana más, las restricciones vigentes que son de competencia municipal. Se habilitará, eso sí, el servicio de préstamo de libros y desde la residencia pública de personas mayores se mantienen las visitas según las medidas preventivas adecuadas.

Así mismo, siguiendo las recomendaciones hechas por la Consellería de Sanidad y Salud Publica, el Ayuntamiento de Cullera propondrá al Consejo Escolar Municipal, que es quien tiene la competencia, que se cambien los tres días no lectivos de fallas (16, 17 y 18 de marzo) por otros días más adelante.

Además, el Ayuntamiento aprobará en la próxima sesión plenaria que los festivos locales, 12 y 16 de abril, se aplazan para futuras fechas.

En esta línea, el alcalde de la ciudad, Jordi Mayor, ha insistido en la necesidad de “no bajar la guardia y al contener el virus con responsabilidad individual y colectiva y con total prudencia en el cumplimiento de las medidas sociosanitarias”.