La ampliación de la CV-60, el proyecto que despierta la defensa de la huerta de la Safor
La ampliación de la carretera CV-60 en la comarca valenciana de La Safor es un proyecto que impulsa la Conselleria de Política Territorial, Obras Pública y Movilidad y que supone construir un trazado de 7,12 kilómetros con un presupuesto de 66 millones de euros. Transcurre por zonas de huerta. Esta nueva carretera consiste en una vía rápida de cuatro carriles y supone una variante paralela a la actual carretera, conecta la AP-7 y la N-332 y transcurre por ocho municipios (Palma, Beniflà, Potries, la Font d'en Carròs, Rafelcofer, Beniarjó, Bellreguard y Almoines).
Pero la exposición pública del proyecto en el mes de julio, en pleno verano, ha causado sorpresa en la zona, ha despertado la defensa de la huerta histórica de esta comarca y ha puesto en su contra a los ecologistas. También ha enfrentado políticamente al PSPV, que defiende la carretera impulsada por una des sus conselleries, y Compromís, que la rechaza e incluso ha llegado a presentar alternativas.
Esta ampliación de la CV-60 es una parte final de una carretera que conecta la A-7 en el interior desde l'Olleria (en la Vall d'Albaida) y llega a Beniflà (en La Safor). Un infraestructura que conecta el interior con la costa y que ha sido reivindicada tanto por empresarios que quieren llevar sus productos a la costa como para facilitar el acceso del turismo a la playa.
Desde el PSPV se califica la CV-60 de un “eje clave” que “vertebra las comarcas centrales, La Vall d'Albaida, El Comtat, La Canal de Navarrés, L'Alcoià, La Safor, La Costera y La Marina Alta y La Marina Baixa”. En un comunicado la Ejecutiva Provincial consideraba que es “vital y necesaria” para el desarrollo y la conexión de las Comarcas Centrales, que comprenden un total de 185 municipios con una población de 850.000 habitantes , y que, en palabras de la secretaria general del PSPV de la provincia de València, Mercedes Caballero, es “una infraestructura potencial para dinamizar estas comarcas, para su desarrollo económico, su movilidad y para el arraigo en los municipios en peligro de despoblación”. La líder provincial también pedía diálogo con la Administración para su desarrollo, e invitaba a utilizar “con rigor” las alegaciones al proyecto que considera “abierto de forma transparente a la participación pública”.
Por su parte, Compromís celebró esta semana la asamblea comarcal de La Safor-Valldigna, para analizar el encuentro que mantuvieron el lunes los cuatro alcaldes del partido de Potries, Bellreguard, Palmera y Rafelcofer, con el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad Arcadi España. En este encuentro la coalición ratificó su rechazo al proyecto, pero lo acompañó de una propuesta alternativa. La secretaria comarcal, Jacinta Rubio, aseguraba que la coalición valencianista “ha encomendado a un equipo técnico la redacción de propuestas alternativas al actual proyecto de la CV-60. El objetivo es encontrar una alternativa que minimice el impacto ambiental, sin renunciar a mejorar la conexión de las comarcas centrales y buscando una solución a la problemática de la N-332 a su paso por Bellreguard, Palma, L'Alqueria de la Comtessa y Oliva”.
Este mismo viernes la coordinadora de Podem, Pilar Lima, ha visitado la zona desde donde ha instado a la consellería a retirar el proyecto actual y “buscar alternativas sostenibles que protejan la huerta”. La formación morada argumenta su oposición al proyecto “por atentar contra la integridad territorial de numerosas localidades de la comarca y segregar parte de su territorio haciendo desaparecer caminos rurales, huerta histórica y haciendo inviable la producción agrícola debido a la destrucción de gran parte del sistema de regadío tradicional”.
Críticas de los ecologistas
A raíz de este proyecto ha surgido un movimiento de defensa de la huerta comarcal que encabeza el colectivo Per l'Horta de la Safor, un colectivo que está movilizando y organizando a la población a través de manifestaciones, sesiones explicativas, jornadas lúdicas y campañas intensas en redes sociales para divulgar su lucha. Además también se están encargando de la coordinación para la recogida de las alegaciones contra el proyecto.
Esta organización ha llegado a hacer sus propios cálculos de coste/beneficio. Así, sobre el beneficio que se esgrime del ahorro de tiempo, señalan que en el nuevo tramo de 7,12 km (con dos partes de velocidades limitadas a 100 y 80 km/h) se tardaría 4 minutos y 41 segundos, mientras que las carreteras actuales, mejorando sus conexiones, tendrían un recorrido de 6,28 km (y una velocidad máxima de 50 km/h) y supondrían un tiempo de 7 minutos y 31 segundos. “En total la prolongación de la CV-60 solo ahorraría 2 minutos y 50 segundos”. Este tiempo “a cambio de arrasar 614.109 metros cuadrados de la huerta histórica de la Safor, unas 739 hanegadas, o 100 campos de fútbol”.
También cuestionan que haya habido una fase de consulta, debate y participación vecinal. Recuerdan así que el proyecto se publicó en la web de la Generalitat el 21 de junio. Se trata de un documento de 1.756 páginas y 520 planos para consultar hasta el 30 de julio. Aseguran que con estos condicionantes no tienen margen de tiempo ni de maniobra, y que se quiere aprobar “una obra desfasada sin una justificación real”. Llegan a hacer una crítica a algunos ayuntamientos (sin nombrarlos) asegurando que “parece que muchos ayuntamientos tienen órdenes directas de afirmar constantemente que la carretera se hará 'sí o sí'”.
Otras voces, como la del experto en transporte y Doctor en Economía Vicente Torres, advierten de la fragilidad del terreno de la huerta, como es el caso de La Safor, y cuestionan el supuesto beneficio que se obtendría a cambio. Torres, en un artículo de opinión publicado en elDiario.es, recuerda que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana difundió en septiembre de 2020 un documento para el debate de la estrategia de movilidad para España en el que se señala que “la legislación obliga a la realización de estudios de rentabilidad social de las nuevas actuaciones... Estos estudios tienden en ocasiones a sobreestimar la demanda y a subestimar los costes de construcción y explotación; la decisión sobre la construcción y características de la nueva infraestructura ha sido tomada de antemano y no es el resultado del análisis coste-beneficio”. Por ello sugiere que las administraciones escuchen las voces críticas, apuesten por el consenso y -como apuntan también desde Per l'Horta de la Safor-, “empiecen por lo más sencillo, conectando las carreteras existentes”.
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