Compromís salva la alcaldía de la mayor ciudad donde gobierna: la crisis de los independientes no afecta a la coalición

Las pasadas elecciones municipales en Alzira recortaron la mayoría de gobierno que tenían Compromís y PSPV en la Capital de la Ribera Alta, y puso el futuro del gobierno local en las manos de la formación independiente UCiN, que consiguió dos concejales. Este partido estaba integrado por ex militantes de PP y Vox, pero las malas relaciones con los partidos de la derecha hicieron que no les dieran su apoyo (junto a Ciudadanos) y optaron por apoyar a los progresistas.

Con el pacto alcanzado el gobierno de Alzira estaba conformado por Compromís (6 ediles), PSPV (4) y UCiN (2), 12 ediles frente a los 109 de la oposición de PP (6), Vox (2) y Cs (1). Pero el poso ideológico de UCiN emanó tras la DANA que también afectó a la localidad, con un capítulo que ha acabado provocando una crisis en la formación.

Fue durante un pleno municipal con una moción presentada por el PSPV y Compromís en que pedían la dimisión de Mazón. Mientras el concejal portavoz de UCiN, Enrique Montalvá, se abstuvo para permitir que la moción fuera aprobada, la otra edil de la formación, Mar Chordà, votó en contra junto a la oposición, un hecho que suponía un empate a 9 concejales y que acabó declinándose a la aprobación pel voto de calidad del alcalde, Alfons Domínguez (Compromís).

Este voto negativo de Chordà fue la gota que colmó el vaso y provocó que el alcalde decidiera retirarle las competencias, votó en contra que se sumaba a presiones para incrementar el presupuesto de Fiestas, y también por la actuación del asesor de UCiN a quien se le ha abierto un expediente por falta grave, en no pedir la compatibilidad. En cambio, el alcalde mantenía las competencias al otro edil de UCiN y aquí se visibilizó la batalla interna del partido.

Días después la concejala Mar Chordá comparecía en rueda de prensa para denunciar que su compañero de partido de de pleno, Enrique Montalvá, la sometía a “acoso laboral y sexual con técnicas de violencia verbal y vejaciones”, además le atribuía gestos obscenos, dando detalles de una ocasión concreta. Respecto a ello lamentaba la falta de apoyo del equipo de gobierno, y asegura que informó de estos hechos al alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, y a la portavoz del PSPV, Gemma Alós, pero afirma que han optado por su apoyo a Montalvá. Respecto a ello Enrique Montalvá negó las acusaciones, aunque sí reconoció un mal gesto durante una acalorada discusión por el que, asegura, pidió rápidamente disculpas a la concejal.

Tras estas acusaciones la Junta directiva nacional de UCiN ha suspendido cautelarmente la agrupación de Alzira y ha creado una gestora. En un comunicado el argumento que daba la formación era porque no se han estado llevando los procedimientos regulados por el partido en la convocatoria de asambleas y el nombramiento de cargos, por lo que anunciaba una investigación a fondo de todo el que ha pasado. Además añadían que se notificará la decisión a los afiliados, y abrirán un procedimiento sancionador si es necesario después de la investigación.

Al mismo tiempo confirmaban como portavoz municipal a Enrique Montalvà y confirman el pacto de gobierno preexistente. Mientras que sobre la denuncia de Mar Chordà, acuerdan respetar escrupulosamente todos los derechos y procedimientos jurídicos y no adoptar ninguna resolución hasta que no haya finalizado el proceso judicial.

Tras esta decisión cerca de 40 afiliados y simpatizantes de UCiN en Alzira han presentado una solicitud formal para la convocatoria urgente de una Asamblea General Extraordinaria al considerado que han dejado de lado a los afiliados. Los firmantes exigen explicaciones claras y detalladles a Enrique Montalvá, sobre la denuncia de Chordà. En paralelo han comunicado la situación a la Unión Municipalista, la confederación de partidos independientes municipalistas, con el objetivo de poner en conocimiento los hechos ocurridos y solicitan apoyo para garantizar que se respetan los principios de autonomía local y democracia interna.