La inspección impulsada el pasado mes de abril entre el Ayuntamiento de Gandia y la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) ha detectado que un 10% de los apartamentos de la playa son ilegales. Así lo ha explicado la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, en el aula de Turismo “Intrusismo y Alojamiento Turístico” organizada por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, donde ha explicado que la inspección de abril (que tendrá continuación los próximos meses) señala que de los 102 apartamentos inspeccionados 10 han tenido la apertura de un expediente sancionador, mientras 14 están a la espera del informe del inspector.
Durante su intervención Diana Morant destacaba que “a los empresarios y los gobernantes nos indigna el intrusismo en el alquiler turístico por parte de agentes clandestinos ajenos al sector, que prestan sus servicios sin estar habilidades ni autorizados y sin ajustarse a los criterios exigidos por el ordenamiento jurídico actual”. La alcaldesa añadía que este tipo de prácticas son fraudulentas y obstaculizan las bases del sector del alquiler turístico, además de afectar la seguridad del turismo y su calidad, atacante de manera importando la ocupación, degradado la imagen turística del municipio y, a veces, generando problemas de convivencia.
Otro de los efectos nocivos del intrusismo es que puede hacer cambiar la definición de la política pública del turismo: los establecimientos incontrolados falsean los datos estadísticos oficiales; la evaluación de las necesidades de la oferta es errónea; y, en consecuencia, la ordenación de la actividad, la elaboración de programas de comercialización y promoción, o las ayudas y subvenciones pueden no responder a la realidad, reduciendo así la eficacia de la Administración Pública. Además, con la globalización y la proliferación de la comercialización de viviendas a través de plataformas digitales, el mercado del alquiler turístico se complica por la carencia de control.
“No nos podemos permitir el intrusismo y el alquiler ilegal en los alojamientos turísticos. Y más ahora, que estamos recuperando el prestigio como ciudad cívica, amable y respetuosa. Todos somos conscientes que la imagen que los apartamentos turísticos ilegales dan en la ciudad muchas veces no es la que queremos. Por eso, como que somos un pueblo valiente, y como los empresarios exigen desde hace años contundencia a la hora de perseguir las irregularidades, no nos quedamos con los brazos cruzados” sentenció Morant.