La Generalitat aprueba el proyecto básico de la variante de Tavernes de la Valldigna para evitar el paso de vehículos por el casco urbano

La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio ha aprobado definitivamente el proyecto básico de la variante de la CV-50 en Tavernes de la Valldigna y la conexión con la N-332, como requisito necesario para poder licitar la contratación de la redacción del proyecto de construcción en este primer semestre del año 2024.

La directora general de Infraestructuras y Proyectos Urbanos, Mª José Martínez Ruzafa, ha destacado que “la variante dará continuidad a la carretera CV-50, evitará el paso por el interior del núcleo urbano del municipio y mejorará la seguridad vial, así como la calidad de vida de los ciudadanos de Tavernes de la Valldigna”.

Respecto a la redacción del proyecto de construcción, Mª José Martínez Ruzfa, ha recordado que “se tendrán en cuenta los condicionantes establecidos en la Declaración de Impacto Ambiental y en el informe de respuesta de alegaciones recibidas durante el trámite de información pública”. Por ello, ha afirmado que “se tendrán que dar soluciones para obtener las autorizaciones sectoriales, especialmente del Ministerio de Transportes y Movilidad y de la Confederación Hidrográfica del Júcar”.

El proyecto deberá definir una solución para la conexión de la CV-50 con la N-332 consensuada y autorizable por la Demarcación de Carreteras en la Comunidad Valenciana. “El trazado cruza los cauces del barranco del Malet y el río Vaca, en un ámbito inundable en el que está pendiente, por parte del Ministerio de Transición Ecológica, el encauzamiento del río Vaca”, ha informado Martínez Ruzafa.

Intensidad de tráfico

La CV-50 forma parte de la red básica y estructural de la red de carreteras de la Comunitat Valenciana. En el ámbito del proyecto, presenta una intensidad media diaria (IMD) de vehículos elevada, del orden de 10.000 vehículos/día, con un porcentaje del 5 % de vehículos pesados, que circula por el interior de la travesía de Tavernes de la Valldigna.

Esta alta intensidad de tráfico y la longitud de más de 2 kilómetros de la travesía, ejerce un efecto barrera a la población, lo que produce problemas de seguridad vial, contaminación acústica y la calidad del aire se ve afectada por la emisión de gases y el aumento de los tiempos de los recorridos urbanos.

Por último, el trazado previsto para la variante de Tavernes discurre por el sur del casco urbano y la tipología se corresponde con la de una carretera convencional, de un carril por sentido de circulación y arcenes, con intersecciones tipo glorieta, que permita mejorar la conectividad con el casco urbano y minimizar el efecto barrera. También se prevé el diseño de un itinerario ciclo-peatonal que conecte con los caminos agrícolas y las localidades vecinas.