El 10 de marzo de 2020, apenas tres días antes de que se decretara el primer estado de alarma en España, la Generalitat Valenciana acordaba suspender las Fallas con gran parte de los monumentos ya en la calle. La mayoría de esos monumentos fueron trasladados a Feria València a la espera de poder ser plantados de nuevo, mientras que aquellas estructuras que no era posible desmontar -como la de la Plaza del Ayuntamiento y algunas de categoría especial- fueron quemadas la noche del 19 de marzo (festividad de San José) de forma clandestina.
Este martes, el Gobierno valenciano junto al Ayuntamiento de la capital y los colectivos falleros han acordado las “reglas de juego” para la celebración de las Fallas que en València (y otros 20 municipios) tendrán lugar entre el 1 y el 5 de septiembre en la capital (el resto de localidades los realizarán entre septiembre y octubre). “Estamos muy satisfechos después de tres suspensiones y meses de incertidumbre y trabajo con los técnicos de la Conselleria”, ha indicado el presidente de la interagrupación de fallas, Guillermo Serrano, en declaraciones a elDiario.es, quien se congratulaba del hecho de que “por fin se van a sacar a la calle los monumentos y los vamos a poder quemar”. “Había que cerrar el ciclo para volver a una cierta normalidad en el calendario a partir del 6 de septiembre, volver a poner en marcha el motor”, ha apuntado Serrano.
“Se han aportado ideas y trabajo y hemos hecho sacrificios para poder celebrar unas fallas diferentes cuando las circunstancias han sido más propicias”, ha dicho el presidente del colectivo fallero, que ha destacado la “buena sintonía” con la Administración: “Ha habido momentos más y menos duros, pero hemos nadado mucho, a veces contracorriente, para poder llegar a puerto”. Así, ha recordado que las Fallas fue la primera (o de las primeras) gran fiesta suspendida en España y que “va a ser la primera” en volver a celebrarse tras la pandemia “con cierta normalidad”.
Serrano ha destacado que más de un 90 por ciento de las comisiones falleras de València se han decantado por plantar el monumento y celebrar los actos: “Sin embargo, respetamos a quienes han decidido no sacar monumento a la calle”. Además, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad individual de los ciudadanos: “Todos debemos entender que se trata de unas fallas diferentes, por lo que esperamos que no se produzcan aglomeraciones. No van a ser unos días fáciles”.
El concejal valenciano de Cultura Festiva Carlos Galiana, también presidente de Junta Central Fallera, ha destacado la responsabilidad del mundo de las Fallas, que ha renunciado a actos multitudinarios, al tiempo que ha explicado que el Ayuntamiento de València intentará “minimizar al máximo” la asistencia de público, mientras que las comisiones controlarán los aforos “dentro y fuera” de los casales. No obstante, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha recordado que “todavía hay tiempo y seguimos trabajando en la concreción de detalles”, y ha añadido que “la situación epidemiológica solo permite el desarrollo de determinados actos cumpliendo la normativa vigente”.
Actos restringidos y con mascarilla
Tal y como se ha acordado en la reunión de este martes, todos actos se van a celebrar estableciendo la obligatoriedad del uso de la mascarilla, incluso en espacios al aire libre, con aforos limitados y garantizando en todo momento la distancia de seguridad. En cuanto a la “Cremà”, se avanzará para cumplir con el toque de queda, tampoco se podrán agrupar más de diez personas y la ofrenda tendrá un recorrido cerrado y sin público para evitar aglomeraciones.
Los representantes del mundo fallero reivindican la presencia de músicos en la ofrenda, “si hay una ofrenda hay músicos, no se entiende de otra manera”, y han planteado como medida de seguridad la posibilidad de que se hagan test de antígenos a los participantes, “sobre todo los instrumentos de viento”. En cuanto a los pasacalles, todavía no están permitidos y deberá modificarse la actual normativa para que sean posibles.