La batalla contra la ludopatía y las casas de apuestas es uno de los retos de la legislatura. Mientras el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, aún por conformar, ha anticipado su intención de limitarlas, el Ejecutivo valenciano rescata el proyecto de ley que modifique la Ley del Juego vigente desde los años 80 y cuya tramitación decayó con el adelanto electoral del pasado año.
El plazo para presentar las enmiendas finaliza el próximo 15 de enero y las formaciones que sustentan al Gobierno valenciano ya han adelantado algunas iniciativas. La ludopatía se considera un problema de salud pública y se pretende atajar como tal con una estrategia a través de diversas áreas del Gobierno autonómico.
Una de las cuestiones que más preocupa a los grupos parlamentarios es el juego en los menores, tanto en las apuestas online como presenciales. El ámbito digital tiene mucho más complicada su regulación y excede las competencias territoriales -salvo que los servidores estén alojados en la comunidad autónoma-, pero sí pueden actuar en las casas de apuestas o locales de juego físicos.
Los grupos del Pacto del Botánico (PSPV, Compromís y Unides Podem) han presentado varias propuestas para limitar la distancia de las casas de apuestas de los centros educativos. El diputado socialista José Muñoz planteó prohibir la ubicación de las casas de apuestas a menos de 700 metros de centros educativos, mientras que Podem en su primera petición solicitó que fuera de un kilómetro y aumentaba la protección a centros universitarios, sanitarios y sociales. La distancia de las casas de apuestas entre sí planteó algunas divisiones: Podem pidió que fuera de un kilómetro, el PSPV de 150 metros y Compromís de 210 metros.
Las Corts Valencianes aprobaron a propuesta de Compromís una moratoria para impedir la apertura de nuevas casas de apuestas o salas de juego en la Comunitat Valenciana hasta que se aprobara la ley específica. Esta adaptación normativa se hizo a través de la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos.
El grupo parlamentario de Compromís aboga en sus iniciativas por reforzar los controles de edad a través de un mecanismo que utilice el DNI electrónico para activar la máquina. Asimismo solicita la limitación de la publicidad del juego y un máximo de salas de juego en el territorio autonómico, sin determinar cuál.
El PSPV ya anunció una propuesta de control remoto de las máquinas de juego en los bares. La idea es que estos aparatos “tengan instalado un mecanismo de control remoto, similar al de las máquinas de tabaco, para evitar su uso por parte de las personas menores de edad”. Unides Podem-Esquerra Unida, por su parte, presenta iniciativas para la prohibición con carácter general de la publicidad del juego y la regulación de las restricciones al acceso de los menores. La coalición de izquierdas quiere restringir aún más que el Consell la distancia de casas de apuestas entre sí para evitar concentraciones y propone la introducción de medidas de prevención y deshabituación al juego.