Compromís en tiempos revueltos
Hemos tenido las elecciones autonómicas más invisibles de la historia y el bloque que ha dado apoyo al gobierno valenciano del Botànic durante los últimos cuatro años ha resistido.
Ha resistido a la marea de las elecciones generales que han convertido en imperceptibles los temas valencianos que afectan a las muchas competencias de la Generalitat, y a su falta de financiación e inversiones, y que ha ayudado sobremanera al protagonismo de los actores de las derechas locales faltos de liderazgos, de alternativas y de discurso pero que se han visto arropados y ensalzados por sus “líderes” estatales.
El “atrevimiento” de hacerlas coincidir con la convocatoria estatal, por puro interés partidista, a punto ha estado de costarnos a todos los valencianos y valencianas la continuidad de unas políticas en beneficio de las mayorías sociales de clases medias y empobrecidas y la vuelta a los recortes, los despilfarros y la gestión “beneficiosa” para unos pocos.
Pero contra viento y marea, contra la mordaza del discurso estatal hegemónico y el revival del trío de Colón autóctono, la fidelidad de los cerca de 450.000 votantes de Compromís han impedido la catástrofe que las izquierdas estatales no pudieron impedir hace pocos meses en Andalucia. En esos tiempos de revoluciones interesadas, la constancia y la lealtad a un proyecto de cambio amable –con una sonrisa, dicen- ha superado esta dura prueba y las políticas que ponen en el centro de las prioridades la vida y las necesidades de las personas se volverán a abrir camino.
No será igual. No se puede diseñar una operación entre dos para silenciar a un tercero y fingir que no pasa nada. Pero a buen seguro que el talante dialogante y negociador de Compromís y el buen hacer de su cabeza visible principal Mónica Oltra, protagonista indiscutible del feliz episodio de mantener viva y potente la voz de esta fuerza política en tan difíciles circunstancias, contribuirá decisivamente a otros cuatro años de estabilidad y de políticas de progreso para la mayoría.
Pero seguro que ante todos los demás seguirá, probablemente con más fuerza si cabe, sonando la reivindicación de un trato justo para la Comunidad Valenciana para revertir la injusta situación que sufrimos. Porque por mucho que se revuelvan los tiempos, eso continua siendo imprescindible.