La Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio (AV3J) ha vuelto a reclamar justicia en una multitudinaria concentración en la Plaza de la Virgen de Valencia, con la que han reivindicado nuevamente la asunción de responsabilidades por el accidente ocurrido en la Línea 1 de Metrovalencia en 2006, que costó la vida a 43 personas y causó heridas a otras 47.
Hace un año miles de personas se congregaron en este mismo escenario después de reportaje de un conocido programa de televisión sobre la gestión del accidente de metro y hoy, en la ya tradicional concentración de cada día 3, la afluencia ha vuelto a ser notable.
Algunos de los asistentes han portado carteles con la palabra “justicia” mientras otros sostenían pancartas con lemas como “cuando un político no asume responsabilidades es un cobarde, cuando una sociedad no las exige no es indiferente, es cómplice”.
Tras los cinco minutos de silencio habituales en recuerdo a las víctimas, la presidenta de la AVM3J, Beatriz Garrote, ha asegurado que “hay silencios que hablan de dignidad”, una frase que ha arrancado los aplausos de los asistentes, que también han coreado consignas como “sí se puede”.
Garrote se ha preguntado “cuántas reuniones más” deben hacer cada día 3 para que el Ejecutivo valenciano les escuche y “por qué cuesta tanto que admitan sus errores”. Aunque ha admitido que el actual Gobierno no es responsable directo de lo que ocurrió en 2006, el Consell de Alberto Fabra “es cómplice de la mala gestión”, ha indicado.
Asimismo, ha resaltado la importancia de la unión ciudadana para, entre todos, “poner difícil a los representantes que estén callados” y ha recordado que si no son los ciudadanos quienes exigen derechos, no se les van a dar. “No estamos pidiendo favores, estamos reclamando derechos”, ha incidido.
Mala actuación de Metro Valencia
En el manifiesto, la asociación ha criticado que las comparecencias en el juzgado “van sacando a la luz la mala actuación de Metrovalencia” en el siniestro y ha recordado la “desaparición” del libro de averías, que según el policía que intervino “estuvo buscando en la cabina y no estaba”.
Otra “irregularidad”, ha denunciado la AVM3J, es la lectura de la caja negra, que tuvo lugar en las instalaciones de FGV, sin presencia judicial, y con el resultado del borrado de datos, “aunque según testimonio de trabajadores y de personal de la empresa fabricante, se tiene que hacer manualmente”.
Por ello, entienden que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) “destruyó pruebas” y “por si esto no fuera suficientemente grave, siguiendo con la estrategia por parte de FGV de entorpecer la investigación del accidente, la dirección de Metrovalencia mintió al perito judicial diciendo que el vagón siniestrado no había descarrilado anteriormente”.
La dirección de FGV “también ocultó” el Informe de Prevención de Riesgos Laborales correspondiente al 2006, cuyo resultado era “desfavorable”, y que establecía que Metrovalencia “no cumple los requerimientos de dicha ley”, y no lo entregó “hasta que no tuvo más remedio, obligado por la Inspección de Trabajo”. Es decir, FGV “ocultó información relevante a la investigación, hasta que prescribió la responsabilidad por las deficiencias reflejadas”.