Vuelta al emblemático lugar que dio nombre a un pacto que propició un cambio en el Ayuntamiento de València tras 24 años de hegemonía del PP de Rita Barberá.
El equipo de Gobierno municipal (Compromís, PSPV y València en Comú) que dirige el alcalde Joan Ribó se reúne este sábado en la universidad de la Nau con el objetivo de hacer balance de los dos años de mandato, trazar las líneas maestras de las políticas y del presupuesto del año 2018 y fijar objetivos de cara al final del mandato y, por tanto, de las próximas elecciones municipales, en las que cada partido deberá 'vender' su gestión.
En este sentido, desde Alcaldía se considera “muy positivo este encuentro” que reúne a todos los concejales, “para mejorar el engranaje del equipo de gobierno”.
Además, han afirmado que “es una realidad que este equipo tiene unas relaciones fluidas entre sus concejales, a pesar de provenir de partidos distintos; algo que contrasta con los gobiernos municipales anteriores que, a pesar de estar constituidos por un solo partido, destacaban por su falta de coordinación y parálisis”.
Con todo, son varias las polémicas que ha habido en estos dos años entre algunos de los concejales, principalmente del PSPV y de Compromís, especialmente desde que Sandra Gómez asumió la portavocía tras la marcha de Joan Calabuig.
Quizás el rifirrafe más sonado fue el protagonizado a cuenta de la prohibición de aparcar por las noches en el carril bus, medida implantada por el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, que no gustó por las formas ni a los representantes socialistas ni a los de València en Comú.
Recientemente, la portavoz socialista ha manifestado su preocupación por la difícil situación que atraviesan las relaciones entre el Ayuntamiento y parte del mundo fallero, por lo que ha pedido a su compañero, el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset (Compromís), que retome el diálogo.
De todo ello sin duda se hablará este sábado, aunque es de esperar que a medida que se acerquen las elecciones crezca la tensión entre los socios del tripartito, puesto que cada uno tratará de marcar distancias del otro con el objetivo de ganarse un electorado de izquierdas actualmente muy dividido.
Los presupuestos municipales del próximo ejercicio sin duda ocuparán también buena parte del encuentro. En este sentido, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar (PSPV), ya dejó caer que no habrá grandes cambios en cuanto las cifras que se han manejado en las cuentas del presente ejercicio.
Así, la cifra de inversiones estará “un poco por debajo” de los actuales 174 millones de euros, mientras se incrementará el gasto destinado a personal, especialmente en lo que hace referencia a la plantilla de la Policía Local y Bomberos, y en limpieza.
En cuanto a los objetivos estratégicos en los menos de dos años que restan de mandato, desde Compromís han explicado que se marcan como prioridades “la potenciación de las políticas sociales con algunas actuaciones destacadas en barrios como Orriols y el Cabañal donde también se materializarán muchas acciones del programa EDUSI, que ayudarán a su rehabilitación”.
Además, “la modernización de la administración y el personal para ganar agilidad, la limpieza y las nuevas actuaciones previstas en jardinería, y avanzar en la Valencia de plazas y jardines con una movilidad sostenible y la aposta por el transporte público junto a la consolidación de la cultura como motor social y económico de una ciudad de barrios”.
Por su parte, desde el PSPV han coincidido en señalar la reurbanización del centro histórico y del Cabanyal como uno de los principales objetivos: “El refuerzo del personal del área de Seguridad Ciudadana también debe ser una prioridad, junto al desarrollo económico de la ciudad y al empleo”.
Por último, València en Comú se fija como prioridades, dentro de sus competencias en el equipo de Gobierno, poner en marcha la red de escoletes municipales, el plan de vivienda con una mejora cuantitativa y cualitativa del parque de viviendas del Ayuntamiento y alcanzar el 0,7% del presupuesto en materia de cooperación (actualmente se dedica el 0,5%).