“Este sistema debe contribuir a mejorar los porcentajes de reciclaje con arreglo a la normativa europea, debe ser un mensaje a la sociedad de educación ambiental y debe contribuir a la protección del entorno”.
Así ha resumido este miércoles la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, el objetivo y los beneficios del sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR) que quiere implantar el Consell en la Comunitat Valenciana.
Cebrián ha explicado que para poner en marcha esta iniciativa deben crear una ley específica de protección del medio ambiente, algo que esperan tener aprobado a principios de 2017. Así, a lo largo de todo ese año coordinarían a todos los actores implicados en el proceso y darían toda la información necesaria para que entrara en funcionamiento a lo largo de 2018.
Una vez entre en funcionamiento, los valencianos pagarán 10 céntimos más por los refrescos y bebidas envasados en latas, plástico y vidrio (salvo vino). Esos 10 céntimos les serán devueltos al llevar los envases, en buenas condiciones, a cualquier comercio o plataforma comercial. De esta forma, al contenedor amarillo se seguirán llevando el resto de envases (latas de conservar, briks y otros plásticos que no sean botellas).
Por su parte, los comercios recibirán dos céntimos por envase vacío que devuelvan al distribuidor de ese producto. Esos dos céntimos los sufragará el gestor del sistema con los ingresos que obtenga del posterior reciclaje.
Al respecto, Cebrián ha asegurado que de los 7 millones de envases que se tiran al año en la Comunitat Valenciana, solo van dos al contenedor amarillo y cinco van al contenedor de orgánicos o acaban tirados en calles, playas o montañas, lo que supone entre 12 y 15 millones de euros que acaban enterrándose en vertederos y que se quieren recuperar con el SDDR.
Cebrián ha estado acompañada durante su comparecencia por Jürgen Resch, impulsor en Alemania junto al exministro de Medio Ambiente Jürgen Trittin del SDDR en el país germano, donde funciona desde 2002. Según Resch, en Alemania el 99% de los envases se recuperan con este sistema.
Este martes, Ecoembes, la organización que gestiona en exclusiva el reciclaje de papel, cartón, plástico y latas a través de puntos verdes (contenedores) y que agrupa a empresas envasadoras y distribuidoras, criticó abiertamente la implantación del SDDR al considerarlo “un engaño” y aseguró que está promovido por un lobby disfrazado de ecologista que es una empresa que comercializa las máquinas de retorno que se instalarán en los comercios y cuyo coste es de 20.000 euros. Aludía a la plataforma Retorna, una asociación sin ánimo de lucro que incluye a organizaciones como Greenpeace o Ecologistas en Acción, a sindicatos como Comisiones Obreras, a asociaciones de consumidores y usuarios y a entidades de la industria del reciclaje.
En este sentido, Resch ha asegurado que en Alemania “solo tienen estas máquinas las grandes superficies, es decir, un 20% de los puntos de recogida, puesto que los comercios no los necesitan”.