Las informaciones sobre supuestos casos de enchufismo en una fundación del Ayuntamiento de Valencia gestionada por València en Comú (VeC), la plataforma electoral participada por Podemos, han revelado la profunda fractura en el grupo: Dos de los concejales, Jordi Peris y María Oliver, no ocultan su enfrentamiento; la coordinación entre los tres ediles es inexistente y buena parte de la dirección ve con recelo la gestión municipal.
Hay tensión en el día a día de los concejales. Y las contrataciones en Inndea, una entidad municipal controlada por Peris, teniente de alcalde, y dirigida por Rafael Monterde, un hombre de su confianza, han caldeado los ánimos. Según fuentes de la organización, una facción de ésta se habría planteado impulsar la destitución de Peris -revocación, en la jerga interna- por la contratación de Sara Verdú, una exdirigente de Podemos y miembro de València en Comú.
A Oliver, también miembro de Podemos, “no le extrañaría” la revocación de Peris. La concejal evidencia su discrepancia con su compañero de filas aunque niega tajantemente ser conocedora del intento de remover al teniente de alcalde de su cargo. Mireia Biosca, secretaria general de VeC, también descarta esa vía. Sin embargo, la organización pedirá explicaciones por el asunto en un plenario inminente, una reunión abierta a todos los militantes. “Debemos evitar caer en los vicios de los viejos partidos”, explica Biosca.
Gran parte de la dirección de VeC mira con recelo a Peris. Según algunas fuentes, miembros cercanos a Podemos y otra corriente procedente de Esquerra Unida -sin que este partido tenga relación alguna con la supuesta maniobra- quieren fulminar a Peris por no plegarse a los designios de la dirección. En noviembre de 2015, éste mantuvo un duro enfrentamiento con la dirección de Podemos en Valencia, que aspiraba a recibir parte del dinero que los asesores de VeC perciben en el Ayuntamiento.
“Un auténtico disparate”
Jaime Paulino, secretario general de Podemos, califica de “disparate” el eventual intento de destituir a Peris. “Esto es una maniobra para desestabilizar a la izquierda cuando hay un gobierno municipal que está funcionando y unas negociaciones para sustituir al PP por un gobierno para la gente”. “Para Podemos, que no es VeC, abrir una crisis ahí sería pegarse un tiro en el pie. Una locura de la que ni hemos participado ni vamos a participar”. Paulino también niega cualquier diferencia con Peris.
Éste, por su parte, quita hierro al asunto. Califica de “buenas” las relaciones entre los concejales y da por superada la crisis con Podemos a cuenta de las asignaciones. En la misma línea se pronuncia Roberto Jaramillo, el tercer concejal de Podemos, “satisfecho” por el trabajo de VeC en el Ayuntamiento. “Es verdad que como plataforma creía que a estas alturas seríamos más fuertes, pero vamos por el buen camino”. Otros miembros de la organización, sin embargo, creen lo contrario. “De seguir así, seremos fagocitados por Compromís...o por Podemos”.