“El día que nos vayamos, a España no la va a reconocer ni la madre que la parió” es una de las frases más conocidas de quien fuera vicepresidente del Gobierno con Felipe González. Ahora, Víctor Sánchez recupera junto a Lucía Carballal la cita de Alfonso Guerra para hablar también de España.
La obra contrapone dos generaciones de familias de izquierdas en dos partes bien diferenciadas. La primera, la familia que se reúne durante la noche electoral que daría la mayoría absoluta al PSOE de González; la segunda, mismo núcleo familiar, pero ya descendientes, que sigue la pantalla del televisor con la esperanza de ver el sorpasso de la nueva izquierda.
“Reír y, por el mismo precio, también pensar” es el propósito de la obra según los autores. “No pretendemos hacer ni panfletos ni homenajes”, aclaran Sánchez y Carballal. Se trata de una obra crítica con la izquierda, respetando su esencia, aunque no pretende ofender. “A Juan Carlos Monedero le gustó mucho”, bromean los autores.
La comedia -sin pretensión original de serlo- se escribió en un ambiente preelectoral, a dos meses de la primera votación de investidura. Hoy, aseguran los autores, el panorama no se parece en nada a lo que tenían pensado. Empezó a gestarse la idea durante las movilizaciones del 15M, observando una generación con dificultades de sentirse identificada. Por ello, el contexto que mantiene ciertos paralelismos con la Transición, sirve de excusa para reflexionar sobre qué significa ser joven, hablar de historias y de recuerdos. “No se trata de hacer teoría política, se trata de una familia que vive” aclara el director. Se trata pues, de sentar a dos generaciones, tan parecidas y diferentes, sencillamente a hablar. “¿Qué conversación tendría yo con mis padres ahora y a mi edad?”.
A cargo de la compañía Wichita Co y con Carlos Amador, Lorena López, Lara Salvador, Bruno Tamarit y Silvia Valero, A España no la va a reconocer ni la madre que la parió se estrena el miércoles en el teatro Talía.