Han pasado 40 años y la violencia de la extrema derecha todavía empaña las celebraciones del 9 d'Octubre, aunque al parecer muchos no lo quieran ver. El pasado miércoles día 17 de octubre se cumplían 40 años del asesinato de Miquel Grau, el joven activista que fue agredido en Alicante mientras pegaba carteles para la celebración del primer 9 d'Octubre legal tras el franquismo, y por ello los partidos de les Corts han firmado una declaración institucional tanto en su homenaje como por “todos quienes lucharon por la libertad”.
Según las crónicas Grau, de 20 años, colgaba carteles la noche del 6 de octubre en la plaza de los Luceros de Alicante para la manifestación de tres días después bajo el lema “Llibertat, amnistia, Estatut d'Autonomia”, cuando un vecino le arrojó un ladrillo desde un balcón que impactó sobre su cabeza dejándolo en coma y llevándole a la muerte diez días más tarde.
La declaración ahora firmada recuerda el sentimiento de aquella época: “eran tiempos de esperanza, de lucha por la libertad; de decir 'adiós' para siempre al autoritarismo y a las maneras, normas y leyes de la dictadura, las cuales limitaban, prohibían y perseguían las libertades más elementales de hombres, mujeres y pueblos”.
Pero también señala que “eran tiempos a favor pese a las resistencias, los ataques, las amenazas” y que la lucha suponía “esfuerzos, sacrificios y muchos riesgos ante las amenazas permanentes de quienes se resistían a dejar atrás la dictadura”. No obstante no se ha señalado en ningún momento la militancia en la extrema derecha del asesino confeso, Miguel Ángel Panadero (militante de Fuerza Nueva), y menos todavía a la ofensiva que ha realizado durante las últimas semanas en València, tanto en los actos violentos del 9 d'Octubre como hace dos días con el acoso a la vicepresidenta Mónica Oltra en su casa.
Cabe recordar que Panadero se entregó a la policía tras el asesinato y que fue condenado en 1978 a 12 años de reclusión menor, e indultado parcialmente por el gobierno de Suárez en 1979 conmutando la condena a una prisión mayor de 6 años, aunque finalmente fue liberado 3 años más tarde, en 1982.