La concejala de Ciudadanos en Benicàssim, Cristina Fernández, ha sido proclamada diputada provincial por su partido en la Diputación de Castellón. Fernández ha sido la edil señalada desde la izquierda por permitir con su abstención la elección como alcaldesa de Benicàssim de Susana Marqués (PP), imputada por corrupción por presunta prevaricación y malversación de fondos públicos.
La segunda diputada elegida por la formación de Albert Rivera para la diputación provincial és Cristina Gabarda, concejal del Ayuntamiento de Castellón, designación que ha provocado la división del grupo municipal, pasando dos de los cuatro ediles al grupo de no adscritos.
De este modo los concejales Alba Masiá y Vicente Vidal han terminado la guerra interna que existía dentro de Ciudadanos en Castellón con la partición del grupo municipal. La elección de las dos diputadas provinciales ha sido la gota que ha hecho derramar definitivamente el vaso, y se han salido del grupo pero siguiendo en la institución municipal.
Ciudadanos ha pedido a Masiá y Vidal sus actas de concejales, pero estos se han negando alegando que las actas son personales. Pero la formación, además de recordarles que tienen las puertas abiertas del partido, también les han advertido que no van a ceder a presiones personalistas para obtener cargos públicos u orgánicos.
Esta renuncia de los dos concejales se ha sabido precisamente cuando Ciudadanos también ha anunciado la expulsión de 6 ediles valencianos por pactar con Compromís, haciendo un total de 9 desde las elecciones municipales.