Cuatro espacios memorialistas para recordar en Xàtiva la barbarie del fascismo

Este viernes Xàtiva realizaba su acto de homenaje a las ocho personas vecinas de la ciudad deportadas a los campos de concentración nazis de Mauthausen-Gusen y Dachau. Este acto se realiza en la localidad desde el año 2019, cuando se erigió el monumento para recordar a las víctimas de la barbarie fascista, pero no es el único espacio memorialista de la ciudad. De hecho, todavía se sumarán otros nuevos espacios hasta llegar a cuatro en diversos enclaves de Xàtiva.

El pionero de todos fue 'Aixopluc', el monumento ubicado ante la estación de trenes en 2007 i firmado por el artista Miquel Mollà, que representa de forma esquemática dos brazos intentando protegerse de las bombas que caen del cielo. El espacio se erigió en recuerdo de las 145 víctimas del bombardeo fascista del 12 de febrero de 1939 sobre la estación del tren de Xàtiva, en los últimos estertores de la Guerra Civil. Este espacio es el que concentra cada año alrededor de esta fecha el homenaje de la ciudad a las víctimas, y acuden familiares y supervivientes que todavía quedan de aquella masacre, niños hace 84 años.

La instalación de este homenaje no estuvo exenta de polémica en su momento, ya que entonces gobernaba la ciudad el PP de Alfonso Rus, que no cedió ningún espacio para el proyecto impulsado desde el Consell de la Joventut de Xàtiva. La solución se encontró instalándolo en un lugar que era propiedad de Adif, dependiente del Gobierno central, entonces encabezado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

En 2019 se instaló el segundo espacio, el dedicado a las y los setabenses deportados a los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Este memorial consiste en un perchero clásico hiperrealista que mantiene colgados un sombrero, dos gorras, una boina y una bufanda, acompañadas de una maleta en el suelo que sirve de banco para los visitantes.

Este homenaje instalado en la plaza del Arquebisbe Mayoral, según su autor, el artista plástico Alfred Mayoral, representa “la ruptura de las vidas de unos jóvenes que dejaron su familia y su vida convencidos de que la única respuesta posible es la defensa de la libertad y el progreso contra el fascismo”.

Nuevos lugares para la memoria

Los monumentos anteriores tienen días señalados para realizar los homenajes, en el primero el 12 de febrero, fecha en la que en 1939 se produjo la carnicería del bombardeo, y el segundo el 27 de enero, día en que el año 1945 se liberó el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Pero la fecha del 28 de marzo la Generalitat Valenciana también la institucionalizó como el Día de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, eligiendo la fecha de la muerte del poeta oriolano Miguel Hernández en 1942.

Esta fecha tendrá así también sus propios espacios memorialistas en Xàtiva, en este caso dos: uno para recordar a los fusilados durante la represión franquista, y otro donde fueron enterrados estos y otras víctimas en una fosa común.

Este 28 de marzo servirá para inaugurar la escultura ‘En defensa de la vida’ realizada por la artista setabense Inmaculada Abarca y que se ubicará en el paseo de la avenida de las Corts Valencianes, un enclave próximo a la conocida como Casa Blanca, lugar donde se realizaron los 81 fusilamientos de los represaliados de Xàtiva y de localidades vecinas, entre ellas el último alcalde de la República en ciudad, Jovino Fernández.

Esta escultura está realizada en acero corten y tendrá una altura de unos cuatro metros. Los rostros forman una especie de corona que responde al título de la obra, con ramas que parecen surgir de la tierra y establecen una relación de protección. “La escultura cuenta con retratos genéricos que buscan recuperar la identidad de toda esta gente, transmitiendo el aspecto metafórico de lo que supone la naturaleza para nosotros, puesto que durante la primavera todo vuelve a renacer y a resurgir”, explica Abarca.

Además, alrededor de la escultura de Corts Valencianes se colocarán 81 placas con los nombres de todas y cada una de las personas que fueron fusiladas.

La segunda escultura también se inaugurará en un espacio de la memoria del cementerio municipal para honrar a las personas que fueron fusiladas durante el franquismo y lanzadas a fosas comunes tanto en Xàtiva (a raíz del bombardeo de la estación y después de la guerra) como en Paterna. En este espacio, que se denominará ‘El jardí de la memòria’, se colocará una segunda escultura que también contará con una alegoría vegetal y se titulará ‘Sempre viva’, haciendo alusión al surgimiento de una flor que se mantiene siempre viva a pesar de estar seca, para seguir creciendo.

El alcalde de Xàtiva, el socialista Roger Cerdà, afirma que “los actos de memoria histórica persiguen que aflore la verdad y que se consagre el principio de la dignidad de las víctimas como otro derecho humano. No es revanchismo, sino prevención”. Con ello también advierte de que “tenemos que prevenir que se reescriba la historia, como ya están intentando algunas fuerzas políticas afines al totalitarismo, lanzando falsedades que pretenden desacreditar los avances democráticos en el campo de la recuperación de la memoria”.