Cuenta atrás para resolver el problema de la carretera que asfixia a Massarrojos

El calvario que sufren los vecinos de Massarrojos provocado por los problemas de ruido, seguridad y contaminación que genera el tráfico de la carretera que une Moncada con Rocafort y que literalmente parte en dos la pedanía se verá atenuado en las próximas semanas.

Fuentes de la Diputación de València han informado a eldiariocv.es que se ha dado traslado al Ayuntamiento del proyecto de ampliación de aceras y de regulación semafórica, que garantizará la accesibilidad de los vecinos que viven en la misma carretera y que reducirá sensiblemente el nivel de tráfico, al quedar reducido el tramo de dos carriles (uno por cada sentido) a un carril de doble sentido, en el que los semáforos regularán el paso.

Las mismas fuentes han explicado que una vez el Ayuntamiento dé el visto bueno al proyecto, algo que se prevé para este mes, se ejecutarán los trabajos: “La intención es que estén terminados antes de fin de año”.

La reducción del tráfico en esta vía es una reivindicación histórica tanto de la asociación de vecinos, como de la plataforma SOS Massarrojos que llevan más de 20 años reclamando soluciones por el insostenible incremento del tráfico, sin que nada se haya hecho hasta ahora.

Y es que, la travesía no reúne las condiciones mínimas de seguridad para soportar una carga de entre 9.000 y 11.000 vehículos diarios, incluyendo autobuses y camiones. No en vano, las aceras son testimoniales y cuentan con la anchura justa para que una sola persona pueda caminar, no sin dificultades.

De hecho, una de las vecinas de la carretera es discapacitada y no puede salir de su casa si no va a compañada, puesto que su silla de ruedas no cabe por el bordillo.

La ampliación de aceras y la nueva regulación semafórica será una solución transitoria hasta que esté ejecutada la nueva variante por el barranco de Palmaret, que enlazará con el camino de Camarena, en Moncada, y que supondrá al final de su ejecución que esos 9.000 vehículos diarios no pasen por dentro del casco urbano de Massarrojos.

Sin embargo, para llevar adelante esta actuación, mucho más compleja, habrña que expropiar varios terrenos, algo que harán entre el Ayuntamiento de València y el de Moncada. Por su parte, la Diputación será la encargada de ejecutar el nuevo vial con una inversión de 2 millones de euros. La previsión inicial estimaba en dos años la finalización del proyecto.