Es curioso que en este mundo del rock se continúe asumiendo de un grupo de culto que ha de editar pocos discos y disolverse, o tal vez facturar un sonido extraño, difícil para el oído medio y tan novedoso que sea complicado de analizar. Pero, ¿qué es ser una banda de culto?, ¿hace falta vender miles de discos o sólo unos pocos en formatos medio extintos?. Quizás una banda de las etiquetadas de culto, lo sean por el mero hecho de la mitomanía que se genera a su alrededor sin saber muy bien el por qué. Desde un punto de vista más avezado y quizás más desprejuiciado, uno debe pensar que ser de culto, en realidad quiere decir poco o nada. ¿Son Doctor Divago un grupo de culto?. La verdad es que no lo sé, a mí me parecen un grupo valiente, no lo debidamente considerados por los grandes medios y que ahora viven un estado de gracia a sus veinticinco años de vida. Manolo Bertrán, cantante, guitarrista y compositor de los valencianos, es posiblemente uno de los mejores letristas de la piel de toro, pero eso no lo saben todos, quizá ese secreto a voces sea el privilegio de unos cuantos, quizás sea el principio activo de una banda de culto.
En Valencia a finales de los ochenta iba a aparecer un grupo que iba a pasar de la corriente imperante de sintetizadores y hedonismo de pandereta, que se vivía en la capital. Ellos eran Doctor Divago, y ya en el 89 subieron a los escenarios de la sala Gasolinera para demostrar que no todo era postura y maquillaje, “Lo que recuerdo es que nunca nos habíamos subido a un escenario y que estuvimos muy nerviosos. Se me pasó como en un flash. Seguramente sonamos a rayos. Pero esa fue la prueba definitiva de que la cosa podía funcionar”, recuerda Manolo Bertrán. En aquella época todavía se graban las maquetas en casete, y se podían distribuir por los garitos de la ciudad y por las emisoras que en aquellos años eran de los pocos faros que alumbraban nuevos sonidos. Manolo Bertrán ya en esa maqueta firmó un tema como “Eva”, que a la postre ha sido un clásico, “La primera maqueta oficial que se puso a la venta en tiendas y algunos bares fue ”Ejercicios de crueldad“. Surgió después de tocar en Babia Rock Bar. La gente de la sala, con su técnico José Luis Shipley, nos pasó la grabación y decidimos moverla así. Antes ya habían circulado maquetas en directo y alguna casera de estudio, grabaciones menores. Pero ”Ejercicios de crueldad“ fue sólo una maqueta más, previa a nuestro primer disco ”Regalos vivos“.
Tras una maqueta más que aceptable, los valencianos deciden marcharse a la capital del Guadalquivir para grabar su primer elepé, “Regalos Vivos”, tal vez era bueno salir de su zona de comfort para no crear algo diferente, o quizás en Valencia nadie les ofrecía algo.“Regalos vivos” es nuestro primer disco. No, en realidad fue de las pocas ofertas de discográficas que tuvimos y la que nos pareció más interesante. Les gustaba la maqueta que teníamos y nos propusieron editar un vinilo. Este primer disco se grabó entre Sevilla y Valencia: 7 canciones en Sevilla y 4 en Valencia, ya que la compañía quería aprovechar una maqueta, ya con sonido profesional, de 4 canciones (entre las cuales estaba Eva) que habíamos grabado en los estudios AC de Valencia“.
Si ha existido una constante en la banda ha sido que jamás han hecho lo que se podía esperar de ellos, no parecían trazar un línea semejante a la del resto de combos, ellos saltaban de discográfica en discográfica, en un alarde de anarquismo vigoroso y clarividente “Claro, ha sido una carrera totalmente independiente, con alianzas puntuales para editar discos pero sin apoyos de discográficas con una mínima infraestructura, tampoco apenas con agencias de contratación ni management. No fue buscado, sino que rodaron así las cosas. Pronto nos acostumbramos a hacérnoslo nosotros todo. Hicimos esa ”guerra de guerrillas“ al margen de la industria de la que habla Lapido en nuestro documental 25 aniversario. Y así es difícil funcionar. Por otra parte, eso, a la fuerza, nos ha hecho desarrollar una carrera absolutamente libre”, reconoce Manolo Bertrán. Siempre habrán que reconocerles la osadía de ser libres, tal vez por ello se les considere de culto. Pero tampoco han sido tan nómadas, su trashumancia musical le llevó a grabar en 1997 con el productor independiente Dani Cardona, en su disco “El Loco del Chandal”, algo que han seguido haciendo hasta ahora, pese a que quizás haya podido influir en su sonido en cierta forma, “Claro, ha aportado muchas cosas en las grabaciones. Hemos aprendido mucho junto a él y hemos compartido infinidad de momentos en torno al trabajo musical, que ha pasado también por diferentes fases en tantos años”.
Por desgracia, como suele pasar en formaciones que no dan mucho dinero de golpe, muchos de sus miembros fueron abandonando y otros se sumaron al proyecto, sobre todo bajistas, y eso siempre repercute, “Pues ha afectado sobre todo en la dificultad para sacar el grupo adelante, ya que cuando ya tenías unos componentes estabilizados, de repente se iban y ha habido que retrabajar mucho, sobre todo entre el 98 y el 2004. Lo bueno es que cada uno puso su granito de arena y los que vinieron después tuvieron buenas referencias para desarrollar su trabajo. A todos los componentes que han pasado por el grupo siempre nuestro agradecimiento. Hemos aprendido mucho con ellos”, señala Manolo. Pero, ¿quizás pensaron en tirar la toalla?, “Alguna vez... pero nunca cobró fuerza la idea”. Y aunque parezca mentira también la mala pata se ha cebado con ellos, de hecho Alvaro García, de Criminal Records, edita su “Versión 5.0”, pero desaparece sin dejar rastro con las copias del disco, parece de película, pero así fue, cómo pudo afectar eso a la banda y cómo recuerdan ese trágico y absurdo momento, porque sin duda eso noquea a cualquier grupo. Alguna vez habrán intentado saber qué pudo pasar, y hablar con él “No, lo intenté al principio pero no hubo oportunidad de hablar. Me lo encontré por la calle una vez pero fue un encuentro muy fugaz y ya habían pasado muchos años del suceso, no tenía sentido hablar de aquello en una conversación en medio de la calle y hablando él por el móvil con otra persona a la vez que conmigo, además. La desaparición de Criminal fue uno de los momentos más difíciles que recuerdo, una putada. Sin embargo, el grupo estaba por encima, ya había vivido muchas cosas en ese momento y salió adelante con holgura”, una lástima, porque hasta Edu Guillot en el documental “Los Tontos buenos Tiempos”, dirigido por Rubén Soler Ferrer, comenta que ese, “Versión 5.0”, pudo ser el disco que les encumbrara, “Bueno, sí, ese tiene unas connotaciones de recopilatorio, es una época de estabilidad con un sello, que pudieron haberle hecho mejor candidato o desde fuera dar esa impresión. Pero tampoco fue un disco lo suficientemente bien promocionado, creo yo, para encumbrarnos a ningún sitio. Con discos posteriores y ya con el grupo más solo que la una, se hicieron campañas de promoción muy superiores”. Quizás Doctor Divago, con otras circunstancias podían haber llegado mucho más lejos, “Bueno, no se mide todo en términos de éxito, más público y repercusión. La conquista del público nosotros la hemos hecho muy poquito a poco pero de forma muy constante, nos ha faltado ir a convencerlos a sus casas. No solemos llenar las salas, pero tenemos público que nos conoce y nos sigue de forma muy entregada en toda España, público de calidad. Eso nos reconforta lo suficiente para que a día de hoy no nos hayamos planteado decir adiós y sigamos motivados. De todas formas, sin duda, este 25 aniversario, con recopilatorio, documental, libro y gira 25 aniversario, ha sido uno de los momentos más potentes, que nos ha situado bastante en el panorama”. Libro escrito por Mariano López Torregrosa, y que se titula “En Tierra de Nadie”, un título que representa muy bien lo que ha pasado el grupo, “La idea fue de Mariano López Torregrosa, el autor del libro, que tuvo que convencerme para sacar el proyecto adelante. Sobre el título del libro, la expresión ”En tierra de nadie“ surgió varias veces durante las conversaciones que tuvimos Mariano y yo preparando el libro. Y Mariano pensó que sería un buen título. Cuando ya casi el libro estaba listo para ir a imprenta, recuerdo una de las entrevistas del documental de Rubén Soler y Cápsulas musicales, en la que Juan Puchades de Efe Eme utilizó la misma expresión ”En tierra de nadie“ para referirse al grupo”.
Pero pese a lo que dice Manolo, eso de que ahora están bastante en el panorama, los medios se han portado muy bien con ellos, especialmente Radio Klara, “La verdad es que sí. Fue la radio donde sonamos por primera vez, en el Gominola Soul de Toni Garrido (su voz abre el documental y no es por casualidad) y, desde luego, una de las que más nos han apoyado. De unos años a esta parte, especialmente, en el Club de Amigos del Crimen, el programa de Javi, pero también en otros como El Barrejat o Café con vistas. Además, yo hice radio durante unos cuantos años en la casa. La radio, en general, está muy presente en el documental: el docu se abre con cortes de programas de radio, también aparece radio 3 y algunas otras. Y el maestro Ordovás.”
Pero no sólo ellos, otros medios, incluso Canal 9 les han hecho caso y promoción, “En líneas generales, prácticamente la totalidad de los medios que ha hablado sobre nosotros lo han hecho desde el respeto e incluso la admiración en la mayoría de los casos”.
Por último, y después de comprobar que los chicos de Manolo Bertrán siempre han estado sumidos en una especie de autoedición, y que ahora ya se puede decir que es una autoedición total, ya que sus dos últimas referencias han salido con Bonavena Música, sello del propio Bertrán, y tal vez también crean que ése es el futuro, “Pues no sé si hay futuro con eso, pero nuestro presente ya está instalado ahí. Nadie va a tratar tu trabajo con más mimo. Pero es que nuestro segundo álbum, ”Danzas de moda“, ya fue una autoedición. Hablamos de 1994. Y bastantes de nuestros discos desde entonces, en gran medida, han sido autoeditados por el grupo aunque hayamos buscado discográficas para que resolvieran el tema de la fábrica y la cobertura legal”.
Viendo el largo camino de los Divago, sin duda uno acaba concediendo que el término “de culto”, se queda pequeño.