La transacción comercial realizada en agosto de 1897, por la que se vendió la Dama de Elche, “no se ajustaba a las normas vigentes en ese momento”. Esta es una de las conclusiones del Trabajo de Fin de Grado (TFG) que ha realizado la estudiante de Derecho de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Arantxa Luna Marín, bajo la dirección de los profesores del Área de Historia del Derecho y de las Instituciones de la UMH José Antonio Pérez Juan y Sara Moreno Tejada.
Según la estudiante de la UMH, el Código Civil del momento, el de 1889, establecía para este tipo de hallazgos la copropiedad entre el descubridor y el propietario de los terrenos. Sin embargo, la venta de la Dama de Elche la realizó únicamente el propietario de los terrenos, el médico Manuel Campello Antón, sin que hubiese constancia en ningún momento de que Manuel Campello Esclapez (el joven que encontró el busto en una parcela donde ahora se halla el museo de la Alcudia) hubiera participado en esta compraventa o hubiese dado consentimiento.
Jurídicamente, este hecho podría haber llevado, en caso de reclamaciones, a la rescisión del contrato. Este TFG, también, ha concluido que esta compraventa de la Dama tuvo muchísima repercusión en la promulgación de todas las leyes de Patrimonio del siglo XX e incluso hubo citas expresas en los diarios de sesiones de las cortes, en el Boletín Oficial del Estado o en la prensa local.
La presentación de este trabajo de investigación se celebró en la tarde de este jueves en un acto que convocó la Real Orden de la Dama de Elche en el Colegio de Abogados de esta localidad y que contó con cierta polémica ya que la mesa redonda únicamente estaba compuesta por hombres.
La vuelta a Elche
La polémica ha acompañado al busto ibérico desde su adquisición por el Museo del Louvre tras comprarla previamente el hispanista francés Pierre Paris. Posteriormente, un acuerdo entre el gobierno de Franco y el de Francia permitió que entre los objetos intercambiados, la Dama de Elche volviera a España, pero no a su lugar de origen. Primero fue a parar al Museo del Prado y después al Arqueológico Nacional donde sigue en la actualidad.
Entre tanto, en 1965, la Dama volvió a Elche con motivo del séptimo aniversario del Misteri d’Elx, obra sacro-lirica, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2001. Tras esta visita, la ciudad tuvo que esperar hasta 2006 para volver a verla. Fue durante seis meses gracias al gobierno de Zapatero.
Desde entonces diferentes partidos políticos ilicitanos han abogado por su regreso temporal o permanente en el mismo lugar, en el Museo Arqueológico y de Historia de Elche. El actual equipo de gobierno está adecuando las instalaciones para una nueva –e hipotética- visita del busto, pero se ha encontrado en frente con la negativa de los sucesivos gobiernos centrales y del propio Museo Arqueológico Nacional, que considera a la Dama como “elemento central” de su exposición.