Aspereza y cierta tensión. Los candidatos a secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig y Rafa García, se han fajado con puño de hierro en guante de seda en el debate organizado por el partido antes de las primarias del domingo 16 de julio.
Ambos han reiterado las principales ideas-fuerza de sus campañas. Puig, poniendo en valor su labor en el partido -“El PSPV estaba arruinado, dividido y en la oposicion, ahora gobierna la Generalitat y 235 ayuntamientos”- y uniendo su rol institucional -presidente del Consell- a la labor del secretario general. “No elegimos a un líder de partido, sino a un líder social, con un proyecto de país. ¿Cual es el tuyo, Rafa?
García tampoco se ha salido del guión. Ha alabado la gestión de Puig y la de su gobierno, para centrar sus críticas en la situación del partido, “muerto”, desmovilizado y controlado por una camarilla. “Eres el único mlitante que habla mal del pacto del Botánico”, le ha espetado el presidente.
El alcalde de Burjassot lo ha negado, para dibujar la crítica, en su opinión, situación del PSPV. “El PP es el partido más votado, gobernamos con los peores resultados de nuestra historia, perdemos militantes [de 30.000 a 18.000], no se convoca a los órganos de gestión y control, la actividad en agrupaciones y comarcas está bajo minimos y no se consulta a las bases en cuestiones cruciales. ¿Es este un partido vivo?”.
Puig ha admitido -sin concretarlos- errores, pero ha defendido su gestión en el partido y en la Generalitat. “Hemos acabado con 20 años del PP y estamos utilizando el partido para trabajar en beneficio de la sociedad. Ahora toca hablar de las familias valencianas, no de las familias orgánicas. Habrá cambios profundos en el partido, desde, como he hecho siempre, la integración” de diversas sensibilidades.
A García no le convencen los cambios prometidos por Puig. “No son creíbles”. Promete una dirección con los mejores -“si la integración es el reparto de poder con cuotas, ese no es mi modelo” y ha insistido en la necesidad de fortalecer el PSPV para un mejor gobierno de las instituciones. “Estamos apenas 50.000 votos por encima de Compromís. Sin un partido fuerte no se pueden preparar las elecciones” de mayo de 2019.
El debate, moderado por la presidenta de la Unió de Periodistes Valencians, Noa de la Torre, se ha divido en cuatro bloques: Política social, economía y globalización, federalismo y valencianismo y el partido. Sin grandes diferencias idelógicas de fondo, son las referencias a la gestión del partido las que han levantado chispas en el debate.
García ha criticado a Puig su defensa del federalismo y la plurinacionalidad cuando apoyó en las primarias del PSOE a Susana Díaz, a la que ha acusado de tener una visión diferente, más centralista, del estado. También le ha afeado la “vergüenza” que ha percibido en la militancia por la defenestración de Pedro Sánchez y la abstención socialista en la investidura de Mariano Rajoy.
“Asumo mi responsabilidad, pero hay cosas que no puedo admitir”, ha reaccionado Puig. “Nadie tiene superioridad moral sobre otros”, “lo que no se necesita ahora es un proyecto organico sectario”. Apelado sobre el “inmovilismo total” en el partido, el presidente de la Generalitat ha sacado pecho. “`Íbamos hacia abajo y ahora vamos hacia arriba, las encuestas asi lo dicen”.