El descabellado bulo de la pederastia en el 'bar España' llega a juicio

Lucas Marco

4 de febrero de 2022 22:20 h

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La venganza de un peluquero contra la pareja de su exmujer creó uno de los mayores bulos de la historia de España. Una historia totalmente descabellada, nacida al calor de las teorías de la conspiración del 'caso Alcàsser, que dos décadas después ha llevado a casi una decena de propagadores del bulo ante el banquillo de los acusados.

Reinaldo Colás Navarro, fallecido en 2017, era un peluquero de Benicarló con problemas de alcoholismo que las últimas dos décadas de su vida se dedicó en cuerpo y alma a construir una trama falsa de abusos a menores que ha salpicado a importantes cargos políticos e incluso a una jueza y a un capitán de la Guardia Civil. Todo comienza cuando se divorcia en 1997 y acusa a la pareja de su ex mujer, Giuseppe Farina, de abusar de sus hijas. La jueza que archivó la causa, al no haberse acreditado los abusos, pasó a ser objetivo prioritario del bulo y ha sufrido estos años un auténtico calvario.

El peluquero, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal al que ha tenido acceso elDiario.es, “inició una campaña de difamación” contra la magistrada, un capitán de la Guardia Civil y la directora del centro de protección de menores del Baix Maestrat, “incluyendo paulatinamente a otras personas”.

El bulo sostenía que el 'bar España', un antro situado en la carretera de Benicarló, era el epicentro de una supuesta red de pederastas que abusaba de niños de centros de menores. Además, Colás incluyó en la fábula a Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castelló, y a dos empresarios, un médico y un fotógrafo con los que mantenía “enemistades personales”. “Posteriormente también se incluyó como participante” en la falsa red a Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana.

El hombre grabó a sus hijas asegurando que en el 'bar España' se producían orgías e incluso ritos satánicos con menores de edad y usó a drogadictos y jóvenes vulnerables para fabricar testimonios que sistemáticamente se demostraron falsos. De hecho, Reinaldo Colás ya fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vinaròs como autor de un delito de acusación y denuncia falsa. Los testimonios de los menores, colgados en internet, se convirtieron en la punta del iceberg de una supuesta red de pederastas que, además, también habría cometido asesinatos.  

Por medio se metió Antonio Toscano Marqués, un pseudocriminólogo ya fallecido que alimentó la paranoia de Reinaldo Colás y lo ayudó a fabricar testimonios de los falsos abusos por parte de menores excluidos de la zona, incluidos toxicómanos. 

Los foros conspiracionistas en internet fueron multiplicando el descabellado bulo (se aseguraba que Francisco Camps participaba en los abusos vestido de Spiderman) y el daño para los afectados fue prácticamente irreparable. De hecho, la instructora del caso ha dictado medidas cautelares para la retirada de los contenidos sobre el bar España, aunque aún queda cierto rastro en la red. Además, al igual que ocurrió con la teoría de la conspiración del caso de las niñas asesinadas en Alcàsser, en Castelló caló la creencia popular de que el 'bar España' había sido el epicentro de una red de pederastas.

El periodista Genar Martí, coautor de un reportaje de Equipo de Investigación en La Sexta sobre el bulo, observa “paralelismos brutales” con las teorías de la conspiración del 'caso Alcàsser' y destaca el año 1997 como crucial para entender el contexto. Coincidiendo con el juicio de los terribles asesinatos de Míriam, Toñi y Desirée, el programa Esta noche cruzamos el Mississipi, dirigido por Pepe Navarro, tuvo un papel tóxico en la propagación de la teoría de la conspiración. En aquel momento, el peluquero de Benicarló empieza a construir el 'caso bar España' e incluso entra en contacto con el padre de una de las víctimas de Alcàsser que sostenía la teoría y el pseudocriminólogo Juan Ignacio Blanco, ambos condenados.

El bulo, sostiene Genar Martí, “resulta increíble para cualquiera con dos dedos de frente porque no hay por donde cogerlo pero los vídeos de los niños en internet diciendo que han sido víctimas de abusos en el bar España dan credibilidad”. El periodista Javier Cavanilles, experto en teorías de la conspiración, coincide en enmarcar el nacimiento del bulo en el contexto del juicio por el crimen de Alcàsser. “Lo que hace diferente este caso es que nace directamente como una venganza”, explica Cavanilles. “Se aprovecha el contexto de Alcàsser y el peluquero desde el principio, cuando empieza a vengarse de su mujer, lo enmarca en la teoría existente”, agrega.

El problema para los creadores del bulo es que los menores de los vídeos han reconocido que todo fue un montaje. Las hijas de Colás han declarado que su padre elaboraba un guion con las disparatadas afirmaciones que luego grababa en su peluquería. A pesar de las condenas por difamación, siguieron erre que erre.

Cuando en 2015, el Pacte del Botànic accedió al gobierno de la Generalitat Valenciana, Reinaldo Colás se dirigió con una pequeña tropa de adeptos a la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, para denunciar los presuntos abusos. Como no le hicieron caso, simplemente la agregaron a la lista de cargos públicos acusados de encubrir la trama de pederastia, junto con la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y dos directoras generales. Sencillamente “ampliaron la campaña de difamación”, señala el escrito de la Fiscalía.

Ya fallecidos tanto Reinaldo Colás como Antonio Toscano, principales artífices del infundio, hasta nueve propagadores del bulo en internet se sentarán en el banquillo de los acusados por los presuntos delitos contra la integridad moral, por calumnias con publicidad contra particular y contra autoridad y funcionario público, injurias y calumnias con publicidad y por denuncia falsa contra la administración de justicia.

Los acusados, en la “órbita negacionista y antivacunas”

Los acusados, “durante más de 20 años”, bajo anonimato y “faltando totalmente a la verdad por ser hechos totalmente inventados” amplificaron el bulo en internet y en redes sociales (especialmente en blogs, canales de YouTube y en Telegram) para atentar contra la fama y la consideración profesional y pública de los cargos públicos afectados, argumenta el Ministerio Fiscal.

“Es gente que está metida en la órbita negacionista, antivacunas y de las teorías de la conspiración, la mayoría de los difusores tienen ese perfil”, explica Genar Martí. Dos de los propagadores del bulo (Juan Lankamp Riaza y Joaquín Crespo Marqués) se encuentran en situación procesal de rebeldía, por lo que no han podido ser enjuiciados. El resto conforman una peculiar tropa de conspiracionistas que actuaban, según la Fiscalía, con “verdadera maldad”.

Se trata de María Pilar Baselga Calvo, que administraba un blog y colgó vídeos y audios en la red sobre el 'caso bar España'. La acusada, ya condenada junto con Juan Lankamp por intromisión ilegítima del derecho al honor de la magistrada afectada, difundió una fotografía de la jueza obtenida de un acto académico de sus hijos. Incluso se permitió afirmar que la magistrada “mata niños”.

Otro de los que se sentará en el banquillo es Javier Fernández Torres, quien, contratado por Reinaldo Colás, elaboró dictámenes y aseguró que la supuesta trama había causado la muerte de dos menores y abusos a 80. El acusado usaba “como pantalla” al colectivo denominado 'Abogados contra la Corrupción. Alimentado por este último, José Eduardo Sánchez Juan difundió el bulo en La Tribuna de España, un portal del que fue editor, añadiendo “elementos de ficción propios”, según el Ministerio Fiscal y conectando el supuesto caso del bar España con el 'caso Alcàsser'.

Virginia Mota San Máximo, redactora de un “periódico digital” llamado Aquí Actualidad (cuyo editor, Santiago Cordiro García, figura como responsable civil) también difundió el bulo con información proporcionada por Javier Fernández Torres. Además, la lista de acusados incluye a Carlos García Viejo, drogodependiente y con trastorno de la personalidad, que difundió el bulo en YouTube y en redes sociales. También se sentará en el banquillo el documentalista Valentí Figueres, cuyo documental nunca se ha llegado a estrenar pero que fue entrevistado en TV3 manifestando que “en España no se permitía investigar este tipo de casos”.

Finalmente, Ramón Valero Martín Consuegra, autodenominado en la red Técnico Preocupado, ha difundido activamente el bulo (tras la apertura del juicio oral ha iniciado una campaña para recaudar fondos para su defensa). “El impacto publicado en internet por este acusado ha sido de gran relevancia”, afirma el Ministerio Fiscal en su escrito.

La jueza instructora ha pedido contra todos ellos una responsabilidad civil de 2,4 millones de euros. Sin embargo, y a pesar de las medidas cautelares, el rastro del bulo aún colea por la red.