Un total de 32 tortugas boba de las 47 que nacieron en el nido custodiado en una zona protegida de El Saler han vuelto este lunes al mar en la misma playa de Les Palmeretes de la localidad de Sueca donde su madre puso 88 huevos a principios del mes de julio.
La consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, participa en la suelta de los ejemplares de esta especie en peligro de extinción junto a voluntarios de la organización medioambiental Xaloc, que ha coordinado la custodia del nido desde que fueron trasladados los huevos a la espera de su eclosión.
También está previsto que acudan a la suelta representantes del Ayuntamiento de Sueca, de la Universitat de València (UV), la Universitat Politècnica de València (UPV) y del Oceanogràfic, donde fueron trasladados algunos de los huevos para incubar -nacieron diez tortugas-, así como las crías nacidas en el nido.
Para Cebrián estas pequeñas tortugas excepcionalmente nacidas en València pero de origen lejano, van a viajar a través del Mediterráneo “con un mensaje de vida, futuro y esperanza del que los valencianos somos afortunadamente partícipes como queremos ser solidarios con las personas que llegadas desde la otra orilla reclaman nuestra ayuda”.
Ha subrayado que, desde los organismos públicos, se ha de apostar decididamente por fomentar, canalizar y optimizar la sensibilidad creciente que existe en la sociedad hacia la protección de la biodiversidad y, en particular, del patrimonio natural que nos es propio.
Más de un centenar de voluntarios ha custodiado los huevos que fueron trasladados a un emplazamiento más seguro en la zona protegida de El Saler una vez la madre desovó en Sueca, en tres turnos de ocho hora durante las veinticuatro horas del día.
Además de estos voluntarios han participado expertos de la UV y la UPV, que trasladaron los huevos, y del Oceanográfic, donde han incubado parte de los huevos, así como militares del Ejército de Tierra que montaron el campamento con una de las tiendas que utilizan para operaciones especiales.
El parador de El Saler facilitó apoyo logístico y la manutención de los voluntarios y la empresa Decathlon suministró parte de la equipación de los voluntarios y también han participado la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia, la Fundación Global Nature, la Guardia Civil (Seprona) y los ayuntamientos de València y Sueca.
Las otras quince tortugas nacidas de esta puesta, se quedarán acogidas en las instalaciones del Oceanogràfic durante su primer año de vida, para su engorde y el endurecimiento del caparazón y posteriormente, serán liberadas con emisores vía satélite para hacerles un seguimiento.
La puesta tuvo lugar en la madrugada del 2 al 3 de julio y posteriormente, fueron trasladados a la zona de reserva de La Punta en El Saler, donde el 17 de agosto se montó el campamento.
Una semana después, los diez huevos fecundados que estaban en el Oceanogràfic -de los diecisiete que se trasladaron allí para ser incubados- empezaron a eclosionar y nacieron las primeras tortugas boba de la puesta en Sueca.
El martes día 6 de septiembre se conoció el nacimiento de las primera veintiuna tortuga del nido protegido donde fueron trasladadas.
Dos días después, como no salía el resto, se exhumaron los cincuenta huevos que quedaban, lo que permitió que nacieran otras dieciséis tortugas que no podían salir ante la barrera de huevos muertos y no fecundados.
Es la cuarta vez que una tortuga marina pone huevos en las costas de la Comunitat Valenciana - el tercer año consecutivo- y una de las pocas veces que lo ha hecho en España desde hace al menos 200 años.
La tortuga boba (Caretta caretta) es casi la única especie de tortuga marina presente en el Mediterráneo Occidental.