94 días y 93 noches
Paco y Sonia. Sonia y Paco. 94 días y 93 noches acampados en la avenida de Alfonso el Sabio de Alicante. A las puertas de una sucursal del BBVA. El banco que pretendía cobrar la hipoteca de un piso que ya no les pertenecía, que ya había vendido. Hoy ya dormirán en su cama. Con sus hijas. Ellos y los cientos de personas que han ido desfilando durante este tiempo por esta avenida y que se han acercado a pasar la noche con ellos, a hacerles un rato de compañía, a llevarles mantas, comida, un café caliente…
Paco y Sonia. Sonia y Paco. Cuando se lanzaron a la calle en la noche de Reyes lo hicieron por desesperación. No podían hacer otra cosa si querían conservar lo poco que tenían. Y no. No habían vivido por encima de sus posibilidades. ¡No! Habían comprado un piso de acuerdo a su situación laboral y familiar, pero llegó la crisis. Y les estalló en la cara. A ellos sí. Ellos no tenían una cuenta en Suiza que legalizar. Nadie les daba sobres con dinero.
Paco y Sonia. Sonia y Paco. Son la cara más real de la crisis económica. Desde que comenzó la crisis en España ha habido más de 400.000 ejecuciones hipotecarias. Sólo unos pocos han conseguido parar el consiguiente desahucio por la alarma social generada, en la mayoría de los casos, con la ayuda de las plataformas Stop Desahucios y Afectados por la Hipoteca (PAH).
Paco y Sonia. Sonia y Paco. Desde la noche de Reyes han visto pasar la vida a pie de calle. Sobre las frías baldosas vieron los restos de la Cabalgata de unos reyes magos que sólo les dejarían basura y frío. Han vivido sábados y más sábados de tardeo junto al Mercado Central. Han estado presentes en el Carnaval, máscaras para simular la alegría que no llega. A ras de suelo, han asistido a procesiones de Semana Santa, en las que importa más venerar a una figura de madera que prestar atención al que tienes al lado. Han escuchado promesas de futuros dirigentes políticos. Han visto cambiar los escaparates de las tiendas anunciando una primavera que no llegaba para ellos. Han escuchado protestas de las personas dependientes y de sus familiares…
Paco y Sonia. Sonia y Paco. Sentados en el suelo. A pie de calle. Tienen mucha más dignidad que muchos de esos dirigentes que se sientan en un escaño en el Congreso de los Diputados, en las Cortes Valencianas, en la Generalitat en Cataluña, en los plenos municipales… y que guardan sobres con dinero negro, cuentas en Suiza o en cualquier paraíso fiscal, que se han enriquecido a costa de empobrecer a muchos, que sí que han vivido y viven por encima de sus posibilidades, pero a los que la crisis no les ha estallado en la cara. Y siguen viviendo así. Por encima de sus posibilidades…
Paco y Sonia. Sonia y Paco. ¡Enhorabuena por conseguir tanto y por ser tan dignos a pie de calle, a ras del suelo!
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