Gabriel Echávarri ya es historia. En la mañana de este lunes el regidor socialista ha renunciado a su acta y ya no es ni alcalde ni concejal. Su salida ya había sido anunciada por él mismo semanas atrás después de haber cedido a la presión de su partido, que le ha obligado a renunciar.
Echávarri tenía la vara de mando desde junio de 2015 cuando llegó al poder gracias a un acuerdo con Guanyar Alacant y Compromís que se materializó con la abstención de Ciudadanos. Pero en el último año, su doble procesamiento por supuestamente fraccionar contratos en el área de Comercio y por despedir a una funcionaria interina que resultó ser cuñada del portavoz del grupo municipal del PP, Luís Barcala, le ha llevado al abismo político.
De momento, toma las riendas la concejala de Urbanismo Eva Montesinos, que ya llevaba días ejerciendo como alcaldesa en funciones de facto. La intención de la portavoz del grupo socialista es precisamente reeditar un acuerdo con Compromís y Guanyar Alacant, esta última mermada con la salida al grupo de no adscritos de Nerea Belmonte, a quien trata de convencer para el voto favorable. Tampoco descarta que el grupo municipal de Ciudadanos se acabe sumando.
Con la salida de Echávarri, que se ha producido con un escrito de dimisión que ha hecho llegar un compañero de confianza, se inicia la cuenta atrás para que Alicante tenga nuevo inquilino en el despacho de alcaldía. El Ayuntamiento tiene 10 días para convocar un pleno municipal que oficialice la renuncia y otros tantos días para celebrar un pleno de investidura. En esta última cita la delfín del alcalde dimisionario Echávarri tratará de obtener como mínimo 15 apoyos. En caso contrario, la lista más votada, del Partido Popular que encabeza Luis Barcala, volverá al poder tres años después.