La Diputación de Valencia ha tenido que actuar de urgencia ante lo que podía haber generado importantes riesgos para las personas y para el propio patrimonio de los valencianos. En plenas obras de rehabilitación del castillo de Corbera (s. XI) los restauradores detectaron la presencia de numerosos niños y jóvenes que se saltaban las cintas delimitadoras y correteaban por las ruinas históricas.
Tras un pequeña investigación, los técnicos de la diputación descubrieron que la gran presencia de personas no autorizadas en esta obra se debía a un juego de móvil: Pokemon GO. Los niños y jóvenes acudían hasta la pequeña elevación donde se encuentra el castillo a “cazar” estos personajes animados porque lo que fue un castillo medieval se había convertido en un “gimnasio digital”.
Los técnicos de la delegación de Patrimonio han tenido que negociar con Nintendo Ibérica la eliminación de ese “gimnasio” de las ruinas del castillo por seguridad. Según los documentos consultados por eldiario.es, desde el ente provincial alegaron que la presencia de menores y jóvenes en las inmediaciones o directamente dentro de las obras era un peligro para todos “y puede interferir en las obras”. “En caso de no hacerlo, dicha empresa será responsable de cualquier accidente que, a causa del juego virtual citado, pueda producirse”.
Nintendo Ibérica, propietaria del juego, contestó que necesitaba más información y alegó que sus “gimnasios” se ubican en espacios públicos, “plazas, castillos o museos”, también como reclamo y para hacer “ciudades y comunidades más sanas”. Entendían en la multinacional que el Castillo de Corbera “es un ejemplo perfecto de un lugar para visitar, que mejora la experiencia de los visitantes que exploran el sitio”.
La empresa ha atendido la petición que realizó la Diputación de Valencia antes de las fiestas de Navidad pasadas y, tras la vuelta de las vacaciones, Nintendo Ibérica ha trasladado el “gimnasio” de pokemons de lugar. “Las obras necesarias para la recuperación del castillo requieren emplear complejas técnicas arquitectónicas tradicionales, de elevado coste económico y de una duración de varios años. No obstante, se comunicará el momento en que se logre un nivel suficiente de seguridad”, han replicado desde la diputación tras el cambio y ha abierto la puerta al regreso de los jugadores.