La transexualidad ya no es una enfermedad con la nueva ley de identidad de género. El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado este martes la Ley integral del reconocimiento del derecho a la identidad y a la expresión de género en la Comunitat Valenciana, conocida como 'ley trans', que fue aprobada por las Corts el 30 de marzo y contempla la personación de la Generalitat “en causas penales que, por su especial relevancia y especialmente en materia de delitos de odio, justifiquen la defensa de los intereses colectivos y de los intereses de las personas trans”.
La norma prevé por parte del Gobierno autonómico “una atención integral y adecuada a sus necesidades médicas -de las personas trans-, psicológicas, jurídicas, educativas, sociales, laborales y culturales en referencia al desarrollo de su expresión de género”, al tiempo que establece la prohibición “de la práctica de terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento destinadas a modificar la identidad de las personas trans”.
Entre los servicios sanitarios de que las personas trans podrán disponer, se encuentran terapias farmacológicas y hormonales en el proceso de transición hacia el género sentido. “En caso de desabastecimiento farmacológico, la conselleria competente en materia de sanidad garantizará el acceso a los medicamentos necesarios, incluyendo la opción de farmacia hospitalaria”.
La ley contempla ofrecer tratamientos quirúrgicos de cirugía de exéresis de mama y de genitales, de implante de prótesis mamarias y reconstructiva de genitales y otros tratamientos médicos o quirúrgicos para la modificación corporal que aseguren su congruencia con la identidad de género de la persona, “incluyendo los necesarios para la modificación del tono y timbre de voz cuando se requieran”.
El texto de la ley recoge que la identidad de género “es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente. Esta circunstancia personal -apunta- puede corresponder o no con el sexo asignado en el nacimiento, consistente en la apreciación visual de los órganos genitales externos”.
Así, recoge que la existencia de personas trans, “cuya identidad de género sentida no corresponde con la que le asignaron al nacer”, está presente en todas las culturas de la humanidad y en todo tiempo histórico, y las respuestas que las distintas sociedades han dado a esta realidad han sido muy diversas a lo largo del tiempo y en las distintas geografías del mundo.