CaixaBank ha cerrado 2018 con un beneficio de 1.985 millones de euros, un 17,8 % más que el año anterior, gracias al crecimiento de los ingresos del negocio bancario, la mayor aportación del portugués BPI y la reducción de las dotaciones.
Los resultados positivos contrastan con el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se anunciará dentro de seis días, el jueves día 7, y que afecta a 2.157 trabajadores de la entidad. Para el presidente de Caixabank, Jordi Gual, “el ERE es un ejercicio de prudencia. Se trata de prever acontecimientos futuros para estar en mejor situación. La transformación digital y los bajos tipos nos obligan a repensar el modelo”.
El resultado de CaixaBank en España ha alcanzado los 1.605 millones de euros, un 6,4% más, mientras que el banco portugués BPI ha contribuido al beneficio con un total de 380 millones, frente a los 176 millones de euros en el ejercicio 2017. El margen bruto se ha situado en 8.767 millones de euros (+6,6%) por la fortaleza de ingresos básicos del negocio bancario, que aumentan un 4,2% en el grupo hasta los 8.217 millones, y el margen de intereses ha crecido un 3,4% y ha alcanzado los 4.907 millones.
Pese a estos números positivos Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, durante la presentación de los resultados este viernes, ha manifestado que “las circunstancias en el sector bancario son muy difíciles. Los tipos van a seguir bajos durante los tres años que vienen. Aún así Hemos conseguido una rentabilidad muy razonable”. Gortázar sobre el ERE añadía que “tenemos que prever lo que viene. Pero los acuerdos con los empleados son la manera de hacer progresar a la entidad”.
El consejero delegado asegura que no tienen cuantificados los costes del ERE. “Queremos hacerlo de la manera que los sindicatos también entiendan que es necesario. Queremos una solución pronta y satisfactoria”, ha argumentado tras las declaraciones de los sindicatos de que las negociaciones se han estancado.
Por su parte Jordi Gual, presidente de CaixaBank insitía en las previsiones económicas enmarcándolas en Europa al afirmar que “el inicio discreto de la economía de la zona euro provocará que los tipos de interés sigan siendo muy acomodaticios”. A nivel estatal, el presidente de CaixaBank también afirma que “la situación en España se prevé estable” pese a las elecciones “porque los mecanismos constitucionales funcionan”.
Pese a los resultados CaixaBank el valor de la entidad bancaria caía un 6% este viernes cuando han abierto los mercados.
Respecto a Las declaraciones del Presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) ayer en el Congreso, que cifró en 500 los millones que recibirá CaixaBank por el Esquema de Protección de Activos (EPA) de la compra de Banco de València, Gortázar ha dicho que espera que sean “muchos menos”. De momento, ha explicado, solo hemos recibido 37 y la idea es “seguir trabajando para que la factura final sea menor” a Las estomaciones del Frob.
Negociaciones del ERE
Este jueves se ha celebrado la cuarta mesa de negociación del ERE en la plantilla de CaixaBank en el marco del nuevo Plan Estratégico 2019-2021, que pretende una reducción del 18% de la red de oficinas.
La empresa no ha avanzado ningún detalle de las condiciones de extinción, pero desde los sindicatos defienden que debe garantizarse la voluntariedad para el 100% de las salidas y no aceptarán recortes, desregulación o empeoramiento de condiciones laborales.
CaixaBank ha confirmado su intención de eliminar la figura del segundo responsable y, en algunas oficinas, también la de los subdirectores. La empresa ha manifestado que quiere ampliar todo tipo de horarios, pero sin aumentar la jornada anual, y el horario singular flexible de 100 tardes afectará a todos los gestores de la red de oficina.
Según UGT, la dirección ha profundizado este jueves en un nuevo modelo de clasificación de oficinas “mucho más barato”, aunque su alcance está aún por definir. Lo que sí se ha indicado es que, en el marco del mantenimiento de la red de oficinas rurales, el aumento del número de oficinas S1 (unipersonales en localidades rurales) afectará fundamentalmente a las poblaciones de menos de 10.000 habitantes.
Respecto la posibilidad de que la entidad rebaje los salarios de los empleados, CCOO ha advertido de que esa medida aumentaría la desigualdad salarial, ya que la diferencia entre el directivo que más gana y el empleado que cobra menos es de 174 veces. Además, el sindicato ha puesto sobre la mesa que el coste del 20% de la plantilla que menos gana es un 7%, frente al 37% del coste del 20% que más gana. “Si CaixaBank quiere ser una empresa socialmente responsable es necesario reducir los ratios de desigualdad salarial. CC.OO. no va a contribuir a que la desigualdad salarial aumente. No estamos por la vía de rebajar sueldos”, ha advertido.