El president de la Generalitat, Carlos Mazón, se ha mostrado “absolutamente en contra” de la OPA lanzada por BBVA al Banco Sabadell porque, según ha remarcado, “es una operación en contra de la provincia de Alicante, en contra de la Comunitat Valenciana y en contra del consumidor”.
El dirigente autonómico ha reiterado sus críticas a la operación después de que este jueves el consejo de administración de BBVA haya decidido formular una oferta pública de adquisición (OPA) hostil sobre el 100% de las acciones de Banco Sabadell tras el rechazo de esta entidad a una propuesta de carácter amistoso, según el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Al respecto, Mazón ha aseverado: “Estamos absolutamente en contra de esta operación. Es una operación que destruye valor, es una operación que destruye trabajo, es una operación que destruye territorio, es una operación que destruye competencia, es una operación en contra de la provincia de Alicante, en contra de la Comunitat Valenciana y en contra del consumidor”.
Y ha abundado: “No tiene ningún sentido, no aporta absolutamente nada nuevo y forma parte, ya no solamente de un fondo contra el que ya nos hemos manifestado, sino de unas formas absolutamente soberbias e intolerables”.
Por ello, ha manifestado su esperanza en que “la sociedad alicantina y la sociedad de la Comunitat Valenciana reaccione en consecuencia y que consigamos entre todos que la operación no se culmine”.
Menor financiación a las empresas valencianas
La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) considera que, de prosperar la OPA hostil de BBVA al Banco Sabadell, “restringiría todavía más el abanico de posibilidades de financiación de las empresas de la Comunitat Valenciana”.
Desde el “respeto absoluto de la libertad de empresa” y pese a que la OPA “posiblemente cumpla con todos los requisitos legales y procedimentales”, la patronal valenciana ha advertido en un comunicado que “la concentración del sector bancario en España ya es muy elevada”.
En ese sentido, ha destacado que los cuatro primeros bancos “ya acaparan” el 70% de ciertos segmentos financieros, como el mercado de depósitos y cuentas, y, “de hacerse efectiva esta operación, quedarían en manos de únicamente tres bancos”.
Por ello, “la nueva operación elevaría la concentración en la oferta de crédito y prestación de servicios financieros a empresas y ciudadanos, y supondría un severo reajuste de entidades, oficinas y, en definitiva, de la oferta de crédito y financiación a nivel territorial”, ha expuesto la CEV.
La Confederación Empresarial cree que la operación “también iría en perjuicio de Alicante por la pérdida de la sede social de la entidad, que cuenta con gran arraigo en el territorio, y, por tanto, de la sensibilidad manifiesta de la entidad con el tejido productivo y social”.