El déficit de la Generalitat valenciana se ha reducido ligeramente hasta el mes de abril en relación al mismo periodo de 2016, según se desprende del informe hecho público este martes por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
En concreto, el desfase entre ingresos y gastos en términos de contabilidad nacional -que es el criterio que se sigue para la notificación a la Unión Europea- se ha situado en los cuatro primeros meses del ejercicio en -230 millones, equivalente al 0,21% del PIB valenciano, frente a los -240 millones, el -0,23% del PIB, con datos homogéneos para ambos ejercicios excluyendo los anticipos y ajustando el efecto de la liquidación del sistema de financiación con un reparto equitativo de estos recursos a lo largo de todo el año.
La comparación, que permite ofrecer una imagen fiel de la situación al incluir el volumen de recursos dispuestos realmente por la Generalitat en ambos ejercicios, revela que hasta el pasado mes de abril el déficit de la Comunitat Valenciana no solo no aumentó, sino que disminuyó ligeramente. El Ministerio de Hacienda hizo públicos unos datos en los que no se discrimina la entrega de anticipos con cargo a la liquidación del sistema de financiación que se percibe en el mes de julio.
De este modo, se compara el dato de abril de 2016, fecha en la que el año pasado se habían transferido 411 millones en adelantos sobre la liquidación, con el de abril de 2017, en el que no ha habido anticipos. De este modo, se pasaba de unos números rojos de -267 millones en 2016, el 0,25% del PIB, a -743 millones este año, el -0,68% del PIB. Además, este último dato era el más elevado de las comunidades.
El Gobierno “ahoga” a la Comunitat Valenciana
El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, lamentaba que el Gobierno central “ahoga a la Comunitat Valenciana y luego ofrece una visión manipulada de la realidad al comparar dos magnitudes que no son comparables: una, incluyendo los anticipos del modelo y otra, sin las cantidades adelantadas”.
La Comunitat Valenciana, como una consecuencia más de la discriminación que supone el actual sistema de financiación autonómica, es la que mayor importe recibe como liquidación del modelo -este año, 1.538 millones correspondientes a 2015, solo superada por Cataluña, con 1.612 millones, cuando ésta tiene el doble de presupuesto-, lo que significa que una parte muy importante de su financiación anual la retiene el Estado durante dos ejercicios.
A este problema se añade el que durante los seis primeros meses del año no cuenta con unos recursos que son para todo el ejercicio y que la penalizan a efectos del cómputo de las cifras de déficit.
En el informe completo sobre el déficit elaborado por el Ministerio de Hacienda se pueden verificar estas cifras. De este modo, si no se incluyen los anticipos, el déficit prácticamente se mantiene en cifras similares, al pasar de -0,65% del PIB en abril de 2016 (-678 millones) al -0,68% en abril pasado (-743 millones). Este dato, como se ha señalado, obvia que en el mes de julio se recibirán 1.538 millones por la liquidación del ejercicio de 2015 (1.314 millones en julio de 2016, correspondientes a la liquidación de 2014).
Así, el déficit en términos homogéneos descontando anticipos y ajustando el efecto de la liquidación descendió hasta el mes de abril en relación al mismo periodo de 2016, al pasar de -240 millones (-0,23% del PIB valenciano) a -230 millones (-0,21%). Con ello se obtiene un cálculo lo más aproximado a la realidad y a la situación financiera de la Comunitat Valenciana.
La cifra de -0,21% queda por debajo del objetivo de déficit para este ejercicio, situado en el 0,60% del PIB. No obstante, el conseller Soler ha insistido en que “la Comunitat Valenciana, como reconocen todos los expertos, incluidos los del Ministerio de Hacienda, es la peor financiada de España, con lo que mientras no haya una financiación justa para los valencianos, habrá déficit, a pesar de que gastamos por debajo de la media”. La Generalitat cifra en unos 1.300 millones la infrafinanciación anual que sufre, en relación a la media por habitante del conjunto de las comunidades autónomas.