La naranja y la uva pierden terreno en el campo valenciano, mientras lo ganan el caqui, el aguacate y el kiwi
A lo largo del año 2017 en la Comunitat Valenciana se han abandonado 582 hectáreas de cultivo, encabezando así de nuevo el ránking español de autonomías. Así lo plasma la Encuesta de superficies y rendimientos (Esyrce) que elabora el Ministerio de Agricultura, y que muestra datos como un retroceso de los cultivos tradicionales como los cítricos y la vid, mientras otro crecen en mayor o menor proporción como el caqui, flores y hortalizas, y el aguacate.
En cifras el mayor abandono se ha producido en cítricos se ha pasado de las 149.381 hectáreas cultivadas en 2016 a 147.540 en 2017 (-1,23%); mientras que el viñedo ha pasado de 67.590 a 66.147 hectáreas (-2,14%).
Entre los cultivos emergentes están el aguacate, con un aumento del terreno de cultivo de un 61,9%, al pasar de 463 hectáreas a 750 entre 2016 y 2017, o del kiwi, que ha crecido un 8% tras incrementar su superficie de cultivo de 343 a 371 hectáreas.
Otros cultivos, y de manera especialmente significativa el caqui, han visto frenado durante este año el fuerte ritmo expansivo que venían registrando. En concreto, el terreno destinado a caqui ha aumentado de 15.520 a 15.977 hectárea a lo largo de 2017, (+2,9%) que puede considerarse moderado si se compara con las cifras de los últimos años.
Falta de rentabilidad
Desde el sindicato AVA-ASAJA se ha alertado que mientras el abandono de tierras de cultivo sube en la Comunitat Valenciana, por lo que respecta al conjunto de España ha disminuído en 27.521 Ha.
“Se trata de una cifra escandalosa -afirma el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- que muestra en toda su dimensión el alcance de la crisis. La gente se va del campo porque no es rentable y tampoco se produce el indispensable relevo generacional por esa misma causa. Esta es la realidad a la que nos enfrentamos cada día, mientras los políticos se limitan a darnos buenas palabras o diseñan planes disparatados como ese último proyecto para proteger la huerta sin tener en cuenta ni a los agricultores ni sus necesidades. ¿Qué territorio quieren proteger?, ¿el que nos empujan a abandonar año tras año por la falta de rentabilidad?”.
Cristóbal Aguado señala que “cuando un cultivo funciona mínimamente en términos de rentabilidad los agricultores apuestan por seguir en la brecha, tal como también demuestran las cifras, pero lo cierto es que a fecha de hoy la inmensa mayoría de los productores valencianos no pueden vivir de su actividad y eso es algo que también acreditan sobradamente los datos oficiales”. El presidente de AVA-ASAJA, denuncia “la exasperante lentitud de los políticos para resolver los problemas de un sector al que se le acaba el tiempo”. Y agrega que “el gobierno autonómico ha equivocado las prioridades en la acción política y es necesario consensuar un gran pacto agrario que contemple acciones estratégicas de futuro”.