El nuevo director de la Agència Valenciana Antifrau (AVAF) , Eduardo Beut, ha tomado posesión de su cargo este martes en Les Corts con un discurso en el que ha asegurado “imparcialidad y objetividad”. “Este tiempo lo dedicaremos a finalizar expedientes y a ser transparentemente discretos”, ha remarcado.
Beut ha prometido el cargo acompañado del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la presidenta de Les Corts, Llanos Massó, entre otras autoridades, tras ser elegido en el pleno de Les Corts del pasado 15 de julio con los votos a favor de PP y Vox y el rechazo y críticas del PSPV y Compromís.
El nuevo director de Antifraude ha agradecido el trabajo de su predecesor, Joan Llinares, del director en funciones, Anselm Bodoque, y la confianza de los diputados que le dieron su apoyo.
“No esperen una agencia que sea la estrella de nada ni que genere noticias impactantes que puedan ser malinterpretadas”, ha afirmado Beut, que ha subrayado que esta etapa se dedicará a “finalizar expedientes y a ser transparentemente discretos”.
Del mismo modo, ha asegurado que trabajará “desde la proximidad, protegiendo la alerta de infracción o la mala práctica, desde el inicio del proceso hasta donde haya que llegar. Desde la responsabilidad, respetando la presunción de inocencia y las garantías”.
Beut ha subrayado la necesidad de “ir avanzando en una cultura de integridad, ética y buenas prácticas de la Comunitat Valenciana”, y de coordinarse y apoyarse en los órganos de control de la Generalilitat, la Sindicatura de Comptes, los diferentes órganos estatutarios, fuerzas de seguridad y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).
Asimismo, ha pedido la implicación de la sociedad, “a los más enérgicos y combativos para que perseveren y sirvan de ejemplo, y a los que por falta de confianza en el sistema, o por desidia, han permanecido pasivos en las actuaciones que afectaban a la justicia, a la igualdad y el libre mercado, afectando a la competencia, coherencia e imagen de la Comunitat Valenciana”.
Beut ha indicado que esta designación es el “broche” a 25 años trabajando para la administración, en los que ha constatado que “la inmensa mayoría” de los empleados públicos son “competentes” y “rigurosos” y que los representantes de la ciudadanía con los que ha trabajado han sido “honestos, comprometidos y serios”.