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Deja que la naturaleza entre en casa

Olivia Majó

Aparte de ser un elemento decorativo vital en muchos hogares, las plantas nos aportan un gran número de beneficios que van mucho más allá de lo estético. A cambio de unos pocos cuidados y una dedicación mínima, nos proporcionan bienestar, contribuyen a mejorar nuestra autoestima y llenan de vida y buenas energías nuestro hogar. Además, poseen numerosas propiedades que influyen de forma decisiva en el ambiente. Veamos algunas de las ventajas que nos ofrecen:

Mejoran y purifican el aire que respiramos. Aparte de consumir dióxido de carbono y liberar oxígeno, las plantas tienen la capacidad de absorber ciertos componentes tóxicos volátiles que se encuentran en el aire y que pueden afectar gravemente a nuestra salud, como el formaldehido, el benceno o el tricloroetileno. Mediante el proceso de descomposición metabólica, las hojas absorben estos tóxicos del aire y los convierten en materia orgánica que les sirve de alimento. Entre las plantas que mejor depuran el aire encontramos el Poto (Epipremmum aureum), la Palma de Bambú (Chamaedorea seifrizii), la Hiedra (Herdera helix), la Orquídea Alevilla (Phalaenopsis) o incluso la Poinsettia (Euphorbia pulcherrima). Los expertos recomiendan colocar una o dos plantas cada 10 metros cuadrados.

Regulan la humedad. Durante el proceso de fotosíntesis se evapora constantemente agua, por lo que la presencia de plantas en una habitación ayuda a regular la humedad del aire y a evitar los problemas de salud que suelen aparecer por culpa de los ambientes excesivamente secos, como pueden ser sequedad de las mucosas, tos, irritación de la piel...

Reducen el estrés. Las plantas nos permiten crear un pequeño refugio verde dentro de casa que nos ayudará a recuperar la tan necesaria conexión con la naturaleza y a humanizar la vida en la ciudad. Además, diversos estudios han demostrado que la presencia de plantas contribuye a reducir los niveles de estrés (http://elcorreodelsol.com/articulo/los-medicos-deberian-recetar-la-jardineria-o-la-horticultura), sobre todo en el caso de aquellas especies que desprenden fragancias naturales.

Favorecen la concentración. Diversas investigaciones han demostrado también que la presencia de plantas, sobre todo en los lugares de trabajo o de estudio, favorece la concentración a la hora de realizar determinadas tareas. Por otra parte, también existen estudios que demuestran que algunas especies son capaces de reducir el ruido ambiental y la contaminación sonora.

Cinco claves para tener unas plantas sanas

Hay quien cree que las plantas requieren muchos cuidados para lucir en perfectas condiciones. Nada más lejos de la realidad. La clave está en escoger las más adecuadas para las condiciones que podemos ofrecerles en nuestro hogar y en prestarles una serie de atenciones básicas:

Cuidado con la ubicación. A la hora de escoger el lugar en el que colocaremos nuestras plantas dentro de casa, debemos tener en cuenta que la luz es un elemento importante para que estén en perfectas condiciones. Tanto el exceso como la falta de luz pueden ser muy perjudiciales. Cuando las plantas reciben demasiada luz, sus hojas se tiñen de color amarillo y caen, mientras que la falta de luz hace que se marchiten. Del mismo modo, debemos tener en cuenta que las plantas nunca deben estar expuestas directamente a la calefacción ni al aire acondicionado.

Mantener la humedad. Si escogemos plantas originarias de regiones cálidas y húmedas, deberemos ayudarlas a compensar la pérdida de agua provocada por la transpiración. El síntoma más claro de que a una planta le falta humedad es que las hojas se vuelven amarillas. Para evitarlo, podemos vaporizarlas con agua o hundir la maceta en turba húmeda. Otra solución es colocar un lecho de grava en el fondo de un plato, llenar la base con agua y colocar la maceta encima. También puede ser de ayuda la presencia de un jarrón ornamental con agua o de una fuente, que ayudarán a aumentar la humedad ambiental.

Controlar el riego. Antes de regar, debemos comprobar que el sustrato esté seco. Para hacerlo, tocaremos la tierra y, si se adhiere al dedo, significa que está húmeda y no necesita que la reguemos. De lo contrario, necesita agua. Lo mejor es regar de abajo a arriba, por ejemplo colocando un plato con agua bajo la maceta para que todo el sustrato se empape por porosidad. Eso sí, debemos recordar que nunca hay que dejar agua encharcada en contacto con las raíces, pues se pudrirán.

  1. Para que las plantas crezcan sanas, es muy importante podarlas de vez en cuando, principalmente en primavera u otoño. Conviene retirar las flores pasadas, las ramas muertas y las hojas secas, así como recortar las puntas marrones. Si la planta ha crecido demasiado en altura, cortaremos los extremos de los tallos para que brote lateralmente.

El sustrato adecuado. A la hora de escoger el tipo de sustrato que necesita cada planta, lo mejor es que nos dejemos asesorar para asegurarnos de que la planta tendrá la ventilación, la humedad y los nutrientes necesarios para crecer sana. Además, también es importante escoger un recipiente adecuado. Si no lo tenemos claro, lo mejor es consultar con algún experto que nos asesore sobre el material y el tamaño necesario.

Aparte de ser un elemento decorativo vital en muchos hogares, las plantas nos aportan un gran número de beneficios que van mucho más allá de lo estético. A cambio de unos pocos cuidados y una dedicación mínima, nos proporcionan bienestar, contribuyen a mejorar nuestra autoestima y llenan de vida y buenas energías nuestro hogar. Además, poseen numerosas propiedades que influyen de forma decisiva en el ambiente. Veamos algunas de las ventajas que nos ofrecen:

Mejoran y purifican el aire que respiramos. Aparte de consumir dióxido de carbono y liberar oxígeno, las plantas tienen la capacidad de absorber ciertos componentes tóxicos volátiles que se encuentran en el aire y que pueden afectar gravemente a nuestra salud, como el formaldehido, el benceno o el tricloroetileno. Mediante el proceso de descomposición metabólica, las hojas absorben estos tóxicos del aire y los convierten en materia orgánica que les sirve de alimento. Entre las plantas que mejor depuran el aire encontramos el Poto (Epipremmum aureum), la Palma de Bambú (Chamaedorea seifrizii), la Hiedra (Herdera helix), la Orquídea Alevilla (Phalaenopsis) o incluso la Poinsettia (Euphorbia pulcherrima). Los expertos recomiendan colocar una o dos plantas cada 10 metros cuadrados.