Este blog pretende transmitir reflexiones sobre música, literatura, arte, pensamiento y cultura en general, sin eludir la dimensión política. Trata de analizar la realidad, especialmente cuando, como ocurre con frecuencia, supera la ficción.
Gaffigan, el americano que recuperó a Wagner
El Palau de les Arts de Valencia acaba de anunciar que su actual director musical, el neoyorquino James Gaffigan, dejará el puesto en agosto de 2025, cuatro años después de que lo asumiera en septiembre de 2021. Contradice así lo anunciado cuando se presentó la programación de la temporada 2024/25 y se daba por segura su continuidad. No obstante, parece que la marcha del maestro Gaffigan no obedece a fricciones con la dirección del teatro, sino a su interés por pasar más tiempo con su familia en Estados Unidos. En estos momentos, además de la del Palau de les Arts, Gaffigan desempeña la dirección musical de la Komische Oper en Berlín, que le requiere una gran dedicación. Podría estar a la espera de conseguir una titularidad en algún teatro de ópera en Estados Unidos.
El Palau de les Arts ha anunciado también que en la temporada 25/26 Gaffigan dirigirá una de las producciones que se representarán en su sala principal. Eso supone que, al menos en un futuro próximo, no dejará de estar vinculado al teatro valenciano. Por otra parte, las gestiones para nombrar un nuevo titular están muy avanzadas, si bien no se espera el anuncio del nuevo maestro hasta dentro de unos meses.
James Gaffigan, que cuenta 45 años de edad, tiene una gran carrera internacional y en Valencia ha contribuido decisivamente a la estabilidad de que goza en los últimos tiempos el Palau de les Arts, después del errático período de Davide Livermore, durante el que, entre otros despropósitos, fue desterrado de la programación el repertorio alemán. Y eso ocurrió después de los años de Helga Schmidt como superintendente, cuya principal contribución a la difusión internacional de Valencia como sede de un gran teatro de ópera fue la producción de El anillo del nibelungo de Richard Wagner, con dirección escénica de La Fura dels Baus (Carlus Padrissa). Fue grabada por Unitel con dirección musical de Zubin Mehta y está disponible en blu-ray y DVD en el sello Cmajor.
La época de la dirección artística de Jesús Iglesias, que se inició en 2019, supuso, entre otras cosas, el retorno a criterios racionales en la programación. El repertorio alemán volvió a Les Arts en enero de 2020 con Elektra de Richard Strauss, en dirección escénica de Robert Carsen y musical de Marc Albrecht. Wagner reapareció precisamente de la mano de James Gaffigan en abril y mayo de 2023, con Tristán e Isolda en una producción de La Fura dels Baus (Àlex Ollé) estrenada 13 años antes en la Opéra National de Lyon, con dirección musical de un entonces poco conocido Kirill Petrenko, hoy titular de la Filarmónica de Berlín tras haber pasado por la Staatsoper de Múnich y el Festival de Bayreuth. Esta temporada Gaffigan volverá a dirigir un título de Wagner con El holandés errante, que está programado para febrero y marzo próximos en dirección escénica de Willy Decker.
El maestro norteamericano ha manifestado en varias ocasiones su interés especial por la música de Wagner. De hecho, se decidió por la clásica tras escuchar a los 19 años la Tetralogía del compositor de Leipzig. Tristán e Isolda fue su primera incursión en el repertorio wagneriano. Confesó que siempre ha sentido una especial atracción por esa obra, que Schönberg sitúa en el punto de inflexión que conduce a la música atonal. Probablemente es la obra de Wagner en que más claramente se puede advertir la observación de Bryan Magee de que su música dice más cosas que el texto cantado.
En el tiempo que lleva como director titular, Gaffigan, además del Tristán, ha hecho un monumental Wozzeck,además de otras óperas, como la Manon en octubre pasado, y grandes conciertos sinfónicos. La asociación Amics de l’Òpera, cuyos premios se otorgan por el voto independiente de sus miembros, lo destacó como mejor director de la pasada temporada, tanto en ópera, por La flauta mágica, como en el ciclo sinfónico.
En una mesa redonda celebrada en el Palau de les Arts en 2023 en torno a Tristán e Isolda, Gaffigan explicó que, tras los ensayos, pide a los músicos que se mantengan durante un minuto en silencio antes de guardar sus instrumentos y marcharse. Es un gesto muy consecuente con el carácter de serenidad y concentración que tiene la interpretación y la escucha de la música. Justamente lo contrario a la rutina de la mirada continua al teléfono móvil y la pérdida de capacidad de concentración que hace hoy estragos. Echaremos de menos al americano que recuperó a Wagner.
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