Los '25 años de paz' de Franco: una “maniobra inteligente” de Manuel Fraga y una “mentira gigante”

La efeméride de los '25 años de paz' del régimen del general Francisco Franco fue, según el director del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (Muvim), Rafael Company, una “maniobra inteligente” de Manuel Fraga y, a la vez, una “mentira gigante”. El Muvim ha aprovechado la celebración en Valencia de la capital del diseño para organizar una muestra, abierta hasta el próximo 2 de octubre, con abundante material gráfico sobre el desarrollismo franquista y su lavado de imagen pilotado por un ministro llamado Manuel Fraga, futuro fundador de Alianza Popular. “Es la primera vez que la comunicación política de la España franquista opta por la modernidad”, explica a elDiario.es Company, comisario de la exposición '¿25 años de paz? El lavado de imagen del franquismo en 1964' junto con Carmen Ninet, subdirectora del Muvim, y Amador Griñó, jefe de exposiciones del museo.

En su toma de posesión como ministro de Información y Turismo, el 12 de julio de 1962, Manuel Fraga declaró: “Yo tengo que decir que vengo aquí a defender el honor de España, que está por encima de quienes quieren mancillarlo de dentro o de fuera”. La muestra del Muvim, en la Sala Alfons Roig, aprovecha para recuperar la campaña gráfica pilotada por Fraga e inspirada en sus conocimientos sobre la propaganda norteamericana en el marco de la Guerra Fría. “Esos diseños”, asegura Rafa Company, “rompen con la retórica antigua y épica que caracterizaba la comunicación política del franquismo en general”.

De la celebración de la victoria en la Guerra Civil, terror mediante, el régimen pasa a invocar la paz. “Cuando el bando sublevado vence en la guerra aún hay sectores falangistas que participan en cierta modernidad en las artes gráficas”, recuerda Company, quien señala que la dictadura necesitaba una “gran campaña”.

Y es que la efeméride viene precedida por “años difíciles” para el franqusimo: las huelgas y la consiguiente represión en Asturias en 1962, el contubernio de Múnich y el fusilamiento de los anarquistas Francisco Granado y Joaquín Delgado y del comunistas Julián Grimau en 1963. La celebración de los supuestos '25 años de paz' tiene unas “dimensiones colosales”, agrega el comisario de la muestra. “Insistimos mucho en que, a diferencia de lo que dice la doctrina oficial, Franco siempre fue un defensor de la autarquía y se vio obligado a asumir la liberalización económica de los tecnócratas so pena de que España entrara en bancarrota”, declara Rafa Company.

La campaña apologética presenta al dictador como un “visionario” capaz de conducir al país a una agenda de desarrollo. “Los cambios económicos se hacen a pesar del pensamiento auténtico de Franco”, insiste el director del Muvim, quien apostilla: “Es evidente que Fraga sabe conceptualizar el giro de guion de las '25 años de paz', la expresión no es nueva, se había usado antes pero nunca se había hipertrofiado”.

Durante la década de 1960, retratada por el exiliado Max Aub en La gallina ciega, emerge el desarrollismo, con las remesas de los emigrantes, los turistas que llegaban a las costas españolas “a pesar de la represión” y el gran símbolo del 600 y de los electrodomésticos. Con una clase media que recibe los beneficios del contexto económico expansivo, “la posición se toma un poco a broma la creación de este megaconsenso sobre Franco y el régimen”. “La dictadura podía presumir de cifras e incorpora eso en el discurso de la nueva legitimación”, agrega Company.

“Todo eso quiebra a partir de 1973, con la crisis del petróleo. No hay nada más revelador como el discurso final de Franco, el régimen vuelve a las esencias”, sostiene el comisario de la muestra. “Es la primera transición: mental, social y económica”, concluye el director del Muvim.