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Els Joglars aportan una visión ‘shakespeariana’ del Juan Carlos I en 'El rey que fue'
Una visión shakespeariana de Juan Carlos I. Esto es lo que promete El rey que fue, el último espectáculo de la compañía teatral Els Joglars que se estrenará en el Teatro Olympia de València el próximo 31 de octubre. Lo anuncia un cartel en el que, sobre un desierto que remite directamente a un paisaje de Emiratos Árabes, aparece un elefante (que sobrevivió a las aventuras cinegéticas del emérito en Botsuana) con una corona colgando de uno de sus colmillos. La obra podrá verse hasta el próximo 10 de noviembre.
Ahora que el escándalo de sus fotos con la vedette Bárbara Rey ha obligado al emérito a posponer sine die la publicación de su primera novela —unas memorias tituladas Reconciliación, escritas por la periodista francesa Laurence Debray— llega esta reconstrucción de su vida firmada por el mítico dramaturgo Albert Boadella. La compañía asegura que, en esta ocasión, huye de la sátira para adentrarse, casi, en el terreno de la tragedia clásica, pero sin renunciar al humor que caracteriza todas las piezas de la casa.
“Shakespeare hubiera ignorado a Hamlet si hubiera conocido a Juan Carlos I. Todo es teatral, desde sus orígenes, a la muerte de su hermano, sus años a la sombra del dictador, su papel en la Transición, su caída en desgracia y su exilio. Hay que recordar que durante 17 años heredó todos los poderes del dictador y renunció a ellos. No digo que sin él no hubiera habido tránsito a la democracia, pero sin duda hubiera sido más complicado”, apuntó el director de Els Joglars, Albert Boadella, durante la presentación.
Para el dramaturgo, hay cierta diferencia con otras de sus obras más conocidas. “¿Es una sátira? El personaje da para ellos —tiene sentido del humor, ha hecho cosas satíricas y otras peores— pero no lo es en la misma medida que Ubu President y Jordi Pujol. No hemos sido tan implacables, hay voluntad de comprender a un personaje que tiene luces y sombras. Es un personaje un poco más complejo que para limitarse solo a la sátira”, apunta.
De Juan Carlos I, con quien Boadella tuvo una relación próxima a la amistad, recuerda que “era campechano y le gustaba mucho el cachondeo y te animaba a seguirle el juego. Pero también una persona con una gran precariedad cultural, si entendemos la cultura como conocimiento. Creo que su patología sexual le obligaba a una dedicación total a la materia. En ese sentido, si existiera esa categoría, le podrían dar la Medalla del Trabajo”.
El 99%, a un lado
Como es habitual, la obra de Els Joglars ha provocado cierta polémica. Como explicó Ramón Fontserè —que no interpreta al emérito, sino que lo encarna— “en Madrid ninguna sala pública ha querido programarnos. Hablamos con todas, nos atendieron muy bien, y luego nos dijeron que no”, explica.
Sobre la forma de construir el personaje, el alter-ego de Juan Carlos I señaló que fue el mismo procedimiento que siempre sigue la compañía catalana. “Partimos de un tema o una idea, y luego vamos haciendo pequeñas improvisaciones de un minuto. Así van apareciendo los personajes, las escenas… y luego llega el trabajo de convertir todas esas piezas en una obra de teatro”.
También señaló que algunos de los últimos escándalos no aparecen reflejados en El rey que fue. Salvo algunas cosas muy puntuales, todo se sabía y esas conversaciones con Barbara Rey, en parte, se conocían. Pero en España no puedes hacer una obra demasiado apegada a la actualidad, y menos una sátira, porque la realidad siempre te supera. Te imaginas las escenas más descacharrantes posibles y en menos de una semana ves en el Telediario que te has quedado corto“, aseguró Fontserè.
Para Boadella, los problemas para encontrar escenario en Madrid no es más que la manifestación del momento por el que atraviesa el teatro “en el que lo que priman son las pequeñas historias, pero donde nadie se atreve ya a cuestionar nada. Hay poca dimensión épica, poco compromiso, y algo de autocensura por miedo a la administración. El 99% de la profesión está en el mismo sitio, en un rincón, y todos piensan igual”, añadió el polémico dramaturgo.
Recordó cuando representaron Teledeum en València, en 1984, y ametrallaron la fachada del teatro. “Además tuvimos un juicio muy mediático. Pero es maravilloso que el teatro provoque esas reacciones, ahora hasta el público está menos movilizado. Ha pasado de creer en todo a no creer en nada, aunque seguramente será una etapa”.
El regreso
En la pieza, Juan Carlos I repasa los episodios más importantes de su larga biografía —desde su retiro en Abu Dhabi. Allí, arrastrado por la morriña, decide celebrar una fiesta en un lujoso velero para disfrutar de una paella en alta mar (que él mismo se encarga de cocinar y que funciona como metáfora de España, por la suma de ingredientes) rodeado de su familia, amigos y amigas, jeques árabes y periodistas. La ocasión le permite al exmonarca reflexionar sobre sus momentos de gloria hasta el exilio y la soledad.
La obra, dirigida por Albert Boadella, cuenta con la presencia de Ramón Fontserè como protagonista, y un elenco compuesto por los actores habituales de Els Joglars (Pilar Sáenz, Dolors Tuneu, Javier Villena, Martí Salvat y Bruno López-Linares) que se van desdoblando en distintos personajes. Así, El rey que fue marca el regreso al teatro de una de las duplas más importantes de las artes escénicas de las últimas décadas ya que Boadella no dirigía la compañía que fundó desde hace diez años.
“Lo he hecho por Ramón —apuntó el directo— única y exclusivamente, porque el teatro no es el arte del director o del escritor sino del actor”. Fontserè aseguró que no ha tenido nada que ver con la dirección “y ha sido una bendición porque me he dedicado única y exclusivamente al personaje”, reconoció,
Con El rey que fue, Juan Carlos I se suma a la larga lista de personajes históricos que se han visto diseccionados por la compañía catalana, la más antigua de Europa de carácter privado. Una lista que incluye a Jordi Puyol, Felipe González, José María Aznar o Francisco Franco.
Una visión shakespeariana de Juan Carlos I. Esto es lo que promete El rey que fue, el último espectáculo de la compañía teatral Els Joglars que se estrenará en el Teatro Olympia de València el próximo 31 de octubre. Lo anuncia un cartel en el que, sobre un desierto que remite directamente a un paisaje de Emiratos Árabes, aparece un elefante (que sobrevivió a las aventuras cinegéticas del emérito en Botsuana) con una corona colgando de uno de sus colmillos. La obra podrá verse hasta el próximo 10 de noviembre.
Ahora que el escándalo de sus fotos con la vedette Bárbara Rey ha obligado al emérito a posponer sine die la publicación de su primera novela —unas memorias tituladas Reconciliación, escritas por la periodista francesa Laurence Debray— llega esta reconstrucción de su vida firmada por el mítico dramaturgo Albert Boadella. La compañía asegura que, en esta ocasión, huye de la sátira para adentrarse, casi, en el terreno de la tragedia clásica, pero sin renunciar al humor que caracteriza todas las piezas de la casa.