El sector editorial valenciano, arrasado con la DANA

El sector editorial valenciano ha quedado fuertemente afectado por las inundaciones derivadas de la DANA que sacudió el territorio hace ya dos semanas. Librerías totalmente arrasadas, almacenes anegados, el fondo editorial perdido y problemas de distribución, al margen de los daños humanos.

En l'Horta Sud hay una decena de librerías afectadas por la riada, que tratan de recomponerse como buenamente pueden. Una de ellas, Somnis de Paper, pertenece a Jorge Cabezas, que se ha visto afectado por partida triple: vecino de Benetússer, un municipio que aún está quitando el fango de las calles, es también librero en la misma localidad y editor de Fuera de Ruta. La riada, a través del barranco de Chiva, se lo llevó todo.

Las tareas de reconstrucción apenas le dejan tiempo para responder a las preguntas. Las respuestas dan cuenta de la magnitud de la tragedia: “No hemos tenido ninguna pérdida (humana), que ya es mucho”, dice al otro lado del teléfono, en una nota de audio. El librero y editor ha perdido prácticamente todo el fondo del que disponen y duda sobre cómo afrontar la reconstrucción. Días después, en una nueva conversación con este diario, el respaldo recibido parece un empujón: “La gente se está volcando, todo el mundo quiere ayudar”, bien con compras, aportaciones económicas o trabajos de limpieza. Han ido muchos voluntarios al pueblo, relata. Los primeros días, cuenta, no sabían qué hacer con la librería, pero el aluvión de la solidaridad parece haber funcionado emocionalmente. Con todo, las librerías deben encajar las ayudas particulares, como las llamadas a la compra vía online con la solicitud de ayudas, que requieren un cese de actividad formal.

De la misma localidad que cabezas son los autores Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, premio nacional de diseño, con el taller arrasado. La pareja y sus dos hijas viven en un bajo y convirtieron el local contiguo en su estudio de trabajo y coworking para otros creadores, la Grúa Studio. Aún siguen sacando barro del taller, como narraron a elDiario.es nueve días después del inicio de la tragedia.

Para canalizar las ayudas a las librerías el Gremi de Llibrers ha habilitado una cuenta en la que recaudar donaciones. En publicaciones en redes sociales, advierten que muchas de las damnificadas, como La Muixeranga (Paiporta), no tienen página web y que puede ser complejo optar por una compra solidaria si el establecimiento no tiene infraestructura. La Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL) también ha impulsado una campaña para que las librerías que así lo indiquen destinen un 10% del importe de las ventas del lunes 11 de noviembre a sus compañeras afectadas.

Trece días después de las tormentas, el balance de daños aún está en fase de elaboración. La Associació d'Editorials del País Valencià estima que hay 29 editoriales directamente afectadas. Para ellos suponen el 35% de sus socios y aún están cuantificando la pérdida. A ello se suma la incertidumbre de la campaña de navidad, que arrancaba en noviembre, y que para las editoriales que no trabajan con libros de texto supone cerca de un 40% de las ventas de un año. Hay, también, 16 bibliotecas y archivos históricos que han sufrido daños. La presidenta de la AEPV, Àfrica Ramírez, que reconoce la incertidumbre, lanza un mensaje contundente: “El sector editorial no está solo”. Los gremios se volcarán con ellos.

Muchas editoriales tenían su distribución entre Riba-Roja y Paiporta-Picanya, en sus polígonos industriales, con Gea Llibres y Sendra-Marco como principales afectadas. Los fondos están prácticamente arrasados, como muestran las imágenes compartidas. Uno de los trabajadores cuenta de manera informal cómo él y sus compañeros se salvaron subiendo a la planta alta de la nave y reventaron la máquina de vending para tener algo que comer hasta poder abandonar el polígono. El ingenio de muchos trabajadores evitó que se quedaran encerrados y salvar a otros compañeros.

La editorial Sembra Llibres salvó sus oficinas, pero ha perdido buena parte de sus fondos. Solo se salvan los que estaban en la distribuidora de Catalunya. Por el momento han tenido que retrasar un par de lanzamientos y no saben qué será de los libros que acababan de editar. Mercè Pérez, editora, explica que a los daños materiales se suma la incertidumbre por las próximas campañas, compartida en todo el gremio. Lamenta que haya compañeros que han sufrido daños en sus propias carnes y aboga por “dar respuesta a la emergencia, ayudar a otras compañeras a través de las iniciativas de apoyo mutuo”. En sus palabras hay algo de culpa por estar bien personalmente y temer por su negocio, que es su método de subsistencia. “Es una sensación extraña”, reconoce. Es un malestar y una incertidumbre colectiva que, según los expertos en salud mental, irá materializándose entre los afectados.

Plan de reconstrucción

El Ministerio de Cultura ha puesto en marcha el Plan de Reconstrucción de la Cultura Valenciana y de las zonas afectadas por la DANA, con ayudas directas a salas de cine y librerías y una nueva línea para la reconstrucción del sector editorial, las artes escénicas y la música, si bien la dotación se conocerá en próximos días. El ministro Ernest Urtasun indicó que se ha activado el Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural, cuya coordinadora ya ha organizado los recursos humanos y técnicos (arquitectos y restauradores) para que sean movilizados en el momento en que las comunidades lo requieran.

Este plan desarrollará tareas de evacuación y protección in situ de los bienes, evaluación de daños, realización de las primeras tareas de emergencia y plan de recuperación del patrimonio a medio y largo plazo.