Las elecciones europeas que se votan este domingo se vivirán en la Comunitat Valenciana como un termómetro de la sensibilidad del electorado respecto de los partidos que la quieren gobernar, y se celebran a un año justo de que tengan lugar las elecciones autonómicas que dictarán quien entrará en el Palau de la Generalitat.
Cabe destacar siempre que las elecciones europeas no suelen tener una proyección idéntica a las autonómicas, siempre con menos votos (las últimas europeas registraron una participación del 53,42% y las últimas autonómicas de un 71,46%) y con más peso de los partidos de ámbito estatal. Pero todos saben que hay algo en juego.
Y es que estas elecciones llegan después de que el PP haya visto como todas las encuestas de intención de voto realizadas en el último año le dan como ganador, pero por primera vez sin mayoría absoluta, lo que más que presumiblemente lo sacaría fuera del gobierno de la Generalitat después de 20 años. Sería un vuelco electoral con difícil solución para el PP puesto que el único pacto con el que le saldrían los números para mantenerse en el poder sería con el PSPV.
La primera en abrir fuego fue la clásica encuesta de El País Comunitat Valenciana del 9 d'Octubre, que ya indicaba el descalabro de los 'populares' en las Corts. Pocas semanas después venia la propia de eldiariocv.es, que certificaba la tendencia de la pérdida de la mayoría absoluta del PP y la irrupción de UPyD en el parlamento autonóimico (insuficiente a la vez para pactar con el PP). En marzo otra extensa encuesta de la Cadena SER mostraba el descalabro del PP. Y finalmente en abril fue el propio PSPV quien presentó su encuesta para hurgar todavía más en la herida de los 'populares'.
Además de un modo u otro todas las formaciones valencianas tendrán que hacer una interpretación interna de los resultados. Alberto Fabra, será la primera vez que contará votos tras verse su gestión como President (las generales de 2011 se enmarcaban todavía dentro de los 100 días de gracia desde que aterrizara en la Generalitat); y no pocos dentro de su partido están afilando los puñales ante un líder que todavía no está confirmado como candidato. En el PSPV Ximo Puig sí que es líder y candidato, pero se encuentra ante una situación en que pese al hundimiento del PP los socialistas no sacan provecho, y cada vez descubren nuevos suelos; estas podrían ser las elecciones donde el PSPV tuviera menos apoyos en toda la historia.
En Compromís con la prueba tiene más a ganar que a perder, en unos comicios en los que tradicionalmente no sacan ningún provecho esta vez las encuestas sí les colocan su candidato propio en Bruselas. Finalmente Esquerra Unida y UPyD se verían como los partidos estatales que engrosarían sus votantes también en la Comunitat Valenciana a costa de la caída del bipartidismo. Ahora estos tres partidos, tras el espaldarazo que seguramente obtendran hoy en las urnas, deberán centrarse en ver qué candidato presentan cada uno para presidir la Generalitat.
Hasta ahora todo han sido encuestas. Pero como suelen decir los políticos ante los muestrarios desfavorables “la única encuesta que vale es la de las urnas”, y hoy hay urnas, hoy hay fuego real.