“Hasta aquí hemos llegado”. Los empresarios más representativos de la Comunitat Valenciana han cargado con inusitada dureza contra el gobierno de España por la discriminación que sufre la autonomía, “ninguneada hasta límites insospechados” por las pobres inversiones que recibe de Madrid y una financiación pésima.
La puesta en escena, como los discursos, ha sido contundente. Los patronos de patrones - Cierval, CEV y AVE, al frente, pero también otras organizaciones empresariales como Fecoval, Cámara de Comercio, Cámara de Contratistas, CEV, Coepa y CEC- han comparecido públicamente para denunciar el trato de Mariano Rajoy a la Comunitat Valenciana.
“Es hora de decirlo alto y claro: basta ya. Hasta aquí hemos llegado. Vamos a exigir a la ministra de Fomento que asuma y consigne en el presupuesto de 2015 las obras que consideramos imprescindibles y que de forma anual esa inversión esté en la media y crezca un punto cada año para recuperar el agravio comparativo”, ha dicho José Vicente González, presidente de Cierval, la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana.
“Ha pasado el momento de ser buenos chicos”, según el presidente de Confederación Empresarial valenciana (CEV), Salvador Navarro. El armador Vicente Boluda, presidente de AVE, la organización donde destaca el presidente de Mercadona, Juan Roig, tampoco ha bajado el tono. “El ninguneo al que somete a la Comunitat Valenciana llega a cimas insospechadas. Lleva jugando con la Comunitat Valenciana años y ya roza el insulto”. “Estamos hartos de que nos traten como peleles”, ha dicho Boluda, expresidente del Real Madrid.
Sobre la mesa, varias reivindicaciones. Inversiones en infraestructuras ferroviarias, marítimas y terrestres con especial insistencia en el corredor mediterráneo y más agua, apenas días después de que el gobierno matara el sueño del PP del trasvase del Ebro. “La ratio de inversión por habitante en los últimos 15 años ha sido claramente discriminatoria: 237 euros por valenciano, mientras que la media en España era de 684 euros”, asegura González.
La estruendosa protesta de los empresarios llega tras la constatación del que el PP no apuesta por la Comunitat Valenciana. El gobierno central apenas invierte, no tiene intención de mejorar su pobre financiación y además le exige más recortes. En ese contexto, los empresarios no disfrutan de las inversiones de la Generalitat –al contrario, acumulan deudas- y ven como tienen que superar los problemas de competitividad derivados de las pobres –en términos relativos- infraestructuras.
El presidente del Consell, Alberto Fabra, ha conseguido un aliado en su –menos ruidosa- rebelión ante Madrid.