Las empresas de la Generalitat -desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta la Ciudad de la Luz pasando, por ejemplo, por el Aeropuerto de Castellón- han sido un ejemplo de “corrupción, opacidad y mala gestión”. El “marasmo” reinante durante los “20 años del PP” implica que la Generalitat desconocía sus plantillas, que las compañías elegían y remuneraban a su personal al margen del Consell e incluso acometían ampliaciones de capital sin conocimiento de la propiedad.
Ese “caos” ha sido general en 28 empresas que suman unos 6.300 empleados y tienen un pasivo (deuda) de 4.800 millones, 1.300 de ellos con la Generalitat. Ese es el retrato del sector público hecho este martes en las Corts Valencianes por Ángeles Cuenca. La secretaría autonómica de la Conselleria de Hacienda ha anunciado varias medidas para revertir la situación. Reunir información sobre las plantillas y salarios, imponer máxima transparencia, controlar su funcionamiento o impulsar la paridad en los consejos de administración son algunas de ellas.
“Queremos acabar con la oscuridad de la era del PP”, ha dicho Cuenca. Los dos partidos en el Consell -PSPV-PSOE y Compromís- y su apoyo parlamentario, Podemos, han aplaudido, con matices, su intervención. “Queda claro que el sector público empresarial ha sido un chiringuito montado por el PP para colocar a sus amigos y evitar el control público”, ha dicho José Muñoz. El diputado socialista ya denunció las comilonas y viajes del ahora diputado popular, Gerardo Camps, con cargo a ese entramado.
El PP ha achacado a Cuenca su desconocimiento del tema y su versión catastrofista y sesgada . Ciudadanos, “compartiendo el diagnóstico” del alto cargo de Hacienda, ha echado en falta propuestas. “Esta comparecencia se hizo a petición suya para hablar del futuro del sector público empresarial y de eso no hemos oído nada”.
1.000 millones de presupuesto anual
Las empresas de la Generalitat consumen anualmente mil millones de euros. Esa cifra aumenta a 1.400 si se incluyen las fundaciones (la de Palau de les Arts, por ejemplo) o consorcios como el hospital general de Castellón.
La mayor deuda (pasivo, para ser más exactos) corresponde al Instituto Valenciano de Finanzas, el brazo financiero de la Generalitat: 889 millones de euros. Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) tiene uno de 540 y Epsar, una empresa de gestión discutida, 722.