Una entidad naturalista suiza insta a Alicante a cerrar su escuela taurina porque promueve el maltrato animal entre los jóvenes
Hace unos días conocíamos como la Diputación de Castellón (PP) promocionaba el “mundo del toro” entre niños y jóvenes. Ahora es la Fundación Fraz Weber (FFW), creada en 1975 por el ambientalista suizo que le da nombre a la organización con el objetivo de proteger flora y fauna, la que insta al Ayuntamiento de Alicante -gobernado por el Partido Popular- a cerrar su escuela taurina para cumplir con una recomendación de Naciones Unidas (ONU). Este organismo, a través del Comité de los Derechos del Niño, pidió a España en 2018 alejar a los menores de Edad de la tauromaquia.
En sus observaciones finales, el órgano de especialistas en protección y derechos de la infancia y la adolescencia solicitó a España “alejar” a los menores de edad de la tauromaquia, incluyendo su participación directa en este tipo de recintos o como personas espectadoras.
FFW señala que los menores, con tan solo 14 años, pueden participar en las llamadas “clases prácticas”, donde apuntan que “ejercen la tortura de bóvidos machos de corta edad, o bien hembras, integrándolos ya en un circuito donde se justifica el maltrato animal con un presunto interés tradicional o cultural”.
Para los naturalistas resulta preocupante el uso que hace el Consistorio de los recursos públicos, “promoviendo que chavales puedan maltratar animales y exponerse a riesgos de carácter médico-sanitario para perpetuar una actividad que recibe un importante rechazo de la ciudadanía”.
Además, como formación no reglada sostienen que tampoco ofrece una salida profesional “real ni digna, sabiendo que existen numerosos ciclos formativos homologados en diferentes ramas que ofrecerían un empleo digno, no el de matar novillos o toros en plazas”.
“Becerradas adecuadas a tu edad”
En un folleto promocional del Consistorio alicantino con el título de “¿Quieres ser torero?”, la Escuela Taurina -fundada en 1998 “pensando en los jóvenes con aspiraciones de dedicar su vida profesional al mundo de los toros, y teniendo en cuenta la necesidad de encauzar a esa juventud y de ofrecerle los medios para el desarrollo de su vocación”- invita a los jóvenes a participar en lecciones prácticas de toreo, “con becerras adecuadas a tu edad y capacitación” y a visitar tentaderos donde “aprender” y conocer al toro.
De igual modo, se publicitan clases para aprender a manejar el capote, la muleta, las banderillas, así como proyecciones de audiovisuales relacionadas con el mundo del toro y “faenas seleccionadas de las grandes figuras de la tauromaquia”. También se ofrece la entrada gratuita “en todos los espectáculos taurinos que se celebren en nuestra plaza”.
Aprender a normalizar la violencia hacia los animales
En estas convocatorias los “alumnos” pueden crear y ver las heridas provocadas sobre el astado, “comportamientos y gestos asociados a un evidente sufrimiento y la muerte violenta de los mismos.
Los naturalistas también explican que la participación va acompañada de comentarios que refuerzan de forma positiva todo lo que se produce en la plaza y que personas menores de edad pueden asumir como normal y positivo, contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales.
La Fundación, contra la tauromaquia
La Fundación Franz Weber considera una “verdadera vergüenza” que pervivan tradiciones como la lidia, y recuerda que existen ocho países en los que “los espectáculos de maltrato a los toros siguen siendo considerados como una excepción en sus leyes de protección animal”: España, Portugal, Francia (sur), México, Colombia, Perú, y algunas regiones de Ecuador y Venezuela. “Esto solo es posible por las relaciones del lobby taurino con los políticos”, señalan.
Entre los objetivos que se plantean se encuentran: a corto plazo, poner el foco de atención sobre el maltrato animal relacionado con la lidia de toros; y a largo plazo, alcanzar la prohibición de esta práctica y otros festejos taurinos que se celebran fuera de las plazas. Así mismo, instan a los Gobiernos a elaborar leyes que puedan dificultar la celebración de corridas de toros: “Hasta el momento, hemos podido dar varios pasos en esta dirección, tanto en Europa (Cataluña, Galicia, Islas Baleares, Portugal) como en Sudamérica (México, Ecuador, Colombia)”.
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