Afirmaciones como “con Equo perdemos votos” o “nunca se había hablado tanto de España” son algunas de las valoraciones que se han hecho desde los sectores más nacionalistas de Compromís (encarnado fundamentalmente en el Bloc) tras la aprobación este sábado en el Consell General de concurrir a las elecciones europeas con el partido ecologista.
El pacto que busca especialmente la acumulación de votos para tener presencia en el Parlamento Europeo puede acabar menoscabando la personalidad valenciana que es una de las características esenciales de Compromís, y por ello muchos recuerdan que el electorado tiene menos miedo a dar un voto de castigo en las europeas. Incluso alguno llega a afirmar que pese a haber conseguido por primera vez en 2011 un diputado por valencia, Joan Baldoví, el acuerdo con Equo restó más que sumó en el País Valenciano.
Afirmaciones como “exportaremos Compromís al Estado español” pronunciada por el propio Enric Morera, líder del Bloc y colider de Compromís, fueron de las más comentadas entre militantes y simpatizantes, y no de forma excesivamente favorable. Especialmente se le reprocha a Morera que lance esta afirmación cuando Compromís no ha tenido ninguna responsabilidad de gobierno más allá del ámbito municipal.
Finalmente una de las críticas soterradas ha sido la forma de la aprobación, a través del Consell General, donde la discrepancia no fue demasiado manifiesta, así el informe que aprobaba la coalición con Equo obtuvo 170 votos a favor, 12 abstenciones y 3 en contra. De este modo se echó mano precisamente al proceso abierto por el partido ecologista, que a lo largo de dos días (jueves y viernes) sometió la propuesta a referéndum entre sus afiliados, siendo finalmente aprobada por el 76% de sus bases. Por ello el hecho de que la elección de candidatos sí que se vaya a someter a primarias (el 21 de marzo) pero el acuerdo con Equo no haya sido sometido a consulta, no ha gustado entre estas bases de Compromís entendiendo que la decisión del votante puede estar más condicionada por los socios de candidatura que por los propios nombres que la integren.
Estas tensiones tendrán que solucionarse en el próximo año cuando Compromís tenga que elegir su candidato o candidata a la Generalitat (el resto de la lista importa relativamente menos), y se tendrá que elegir entre Mónica Oltra, representante de los más proclives de la coalición a las alianzas con Equo; o Enric Morera, que tendrá que lidiar internamente con los refractarios del Bloc a abrirse tanto a un partido de carácter estatal.