España 2000, uno de los grupúsculos que participó en la polémica marcha homófoba en el barrio madrileño de Chueca arrastra una larga trayectoria de manifestaciones en zonas con amplia presencia de población migrante o con tradición izquierdista, como Russafa o Benimaclet, en Valencia. Sus marchas, que suelen contar con unas pocas decenas de asistentes, propician sistemáticamente un amplio despliegue policial y un rechazo generalizado por parte de los vecinos. En definitiva, la provocación amparada en el derecho constitucional a la manifestación como estrategia política.
El grupo ultra ha contestado las declaraciones de Santiago Abascal, el líder de Vox que adjudicó la marcha a una supuesta “cloaca socialista”. Así, el líder de España 2000, el empresario valenciano José Luis Roberto, acusó a Abascal de copiar sus lemas. “Usted sí que apesta a cloaca oportunista”, espetó al líder de Vox.
El grupúsculo valenciano, uno de los convocantes de la marcha en Madrid contra la Agenda 2030, investigada por la Fiscalía por un presunto delito de odio, envió a sus militantes en un autobús y Roberto dio un discurso en la Puerta del Sol de Madrid. El empresario es abogado, propietario de la firma Levantina de Seguridad y ha estado vinculado a la Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne (ANELA), una especie de patronal de clubs de alterne.
El líder ultra, que arrastra un reducido grupo de fieles, ha sido investigado por un presunto delito de odio tras un acto contra el islam. Con una larga trayectoria en el seno de la extrema derecha valenciana, Roberto ha protagonizado numerosas manifestaciones en barrios con una fuerte presencia de población migrante. Además, ejerce de abogado en la defensa de alguno de los procesados por las graves agresiones del 9 d'Octubre de 2017 en Valencia.
En 2002, una manifestación convocada contra la inmigración en el barrio de Russafa, en Valencia, se saldó con graves incidentes. Una contramanifestación antifascista se enfrentó a las cargas de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y hubo 22 detenidos. Mientras, los ultras desfilaban con antorchas por el barrio con la habitual parafernalia: banderas franquistas, cabezas rapadas, brazos en alto y abundante simbología fascista. Años después, otra manifestación idéntica se reprodujo en el mismo barrio.
El pasado 12 de octubre la formación de extrema derecha convocó una marcha en el barrio de Benimaclet, con un fuerte tejido asociativo y uno de los epicentros de los movimientos sociales valencianos. Los contramanifestantes fueron perimetrados por la Policía Nacional mientras que unas pocas decenas de ultras desfilaban por el barrio. Dos mujeres fueron multadas por la Generalitat Valenciana por exhibir simbología franquista.
Más recientemente, el pasado 1 de mayo, la formación desfiló por el céntrico barrio de El Carme ante la estupefacción de paseantes y vecinos. La Policía Nacional encapsuló a los manifestantes antifascistas al otro lado del antiguo cauce del río, en la plaza de Santa Mónica. En su discurso al final de la marcha, Roberto elogió la legislación laboral de Adolf Hitler y Benito Mussolini.
Horas después de la manifestación, un grupo de ultras agredió a un joven en las inmediaciones de la sede de España 2000, en la calle del Serpis de Valencia. La jueza considera que la agresión, al grito de “Sieg Heil”, no fue un delito de odio.