La plantilla de la Diputación de València solo cuenta con 91 personas menores de 35 años. En un lustro, el 20,47% del personal al servicio de la institución provincial se jubila y en una década será el 37,04%. Son cifras que recoge un demoledor informe de Intervención que advierte sobre el carácter “claramente disfuncional” de la Relación de Puestos de Trabajo de la Diputación, que causa una “gestión ineficiente”.
La Intervención, en un informe adelantado por el diario El Mundo, ha analizado la gestión del área de personal, que consume el 14,5% del total del gasto. El departamento elaboró un Plan de Actuación en materia de Recursos Humanos para los ejercicios 2018 y 2019 con “importantes carencias” en su ejecución. De los 16 proyectos de mejora, solo se han ejecutado cinco. Además, el organigrama del Servicio de Personal, con un jefe de gabinete técnico y un jefe de servicio, es “ineficiente”. “El liderazgo técnico del área está fragmentado y dividido entre dos puestos”, lo que genera solapamientos entre sus funciones y una “falta de liderazgo claro”, además de “descoordinación”.
La plantilla del departamento de Personal tampoco es “adecuada” para prestar sus funciones: “De los 43 puestos ocupados, en 28 casos ostentan jefaturas, careciendo de personas a cargo por lo que se establece una estructura de mando ficticia”, una circunstancia que la Intervención tilda de “generalizada” en otros servicios. Así, la mayoría de la plantilla realiza funciones de gestión administrativa “y pocos se dedican a la mejora de los procesos”. Entre 2016 y 2020, ha habido un incremento del 23,39% de los puestos con jefatura. Además, determinados puestos de trabajo se retribuyen con una productividad fija en su cuantía y periódica en el devengo mensual, “sin que exista valoración periódica en las circunstancias objetivas relacionadas directamente con el desempeño del puesto de trabajo”.
Tampoco existen protocolos de trabajo, metodologías y procedimientos documentados y conocidos por todos, añade el informe, que también detecta “grandes problemas” en la implantación de la transformación digital. Además, el servicio de personal carece de un protocolo para gestionar las sentencias judiciales desfavorables. “Lo habitual es que se corrijan los criterios utilizados cuando hay pronunciamientos en contra pero no se sigue una sistemática concreta ni hay mecanismos de coordinación o supervisión al respecto”, indica la Intervención. El servicio de Asesoría Jurídica tampoco participa en la gestión ni hace recomendaciones, “a la vista de los resultados”.
El Plan de Igualdad entre hombres y mujeres en materia de sueldos y responsabilidades corresponde al área de Igualdad pero a Personal no le consta que se haya hecho el seguimiento que planteaba ni que se hayan alcanzado los objetivos de este eje de actuación.
El envejecimiento de la plantilla
La Diputación de València, al igual que otras administraciones públicas, sufre un evidente envejecimiento de la plantilla (la mitad de los trabajadores tiene más de 20 años de antigüedad). Mientras que solo 91 personas de la plantilla de la institución provincial tienen menos de 35 años, 646 trabajadores superan los 51. En un lustro se jubilan 263 personas y en una década serán 476.
La Intervención recuerda que el Servicio de Personal elaboró hace tres años un documento con los aspectos destacados para afrontar el envejecimiento de la plantilla aunque le reprocha que “sigue trabajando con visión reactiva y cortoplacista”. Personal solo ha analizado cómo asegurar la retención del “conocimiento tácito” (el know how que los funcionarios adquieren en su día a día fruto de su experiencia) pero aún no ha abordado en profundidad el tipo de puestos a reponer ni el tipo de perfiles que van a quedar vacantes.
Un 16% de los puestos de trabajo están vacantes, con 82 personas con contrato laboral temporal y 238 interinos, el doble que hace cinco años. El informe concluye que el sistema de provisión de puestos es “claramente insuficiente”. “Se consumen muchos recursos para satisfacer necesidades, muchas de ellas provisionales, y en todos los casos con un plazo de respuesta francamente largo”, señala la Intervención.
La auditoría del área ha puesto en el punto de mira el elevado índice de temporalidad: “Se observa que se recurre habitualmente a figuras temporales para dar respuesta a necesidades perentorias que se producen precisamente por la existencia de vacantes sin cubrir de forma definitiva durante mucho tiempo”. La Intervención advierte que la concatenación de los contratos temporales implica un “elevado riesgo” de que la relación laboral pueda ser declarada por los tribunales como indefinida no fija, “con los consiguientes perjuicios para la administración”.
El informe también reseña “grandes problemas” en la implantación de la transformación digital y alude a la fuerte presencia de aplicaciones desarrolladas en Microsoft Access, “con los problemas de seguridad”. El departamento de la Diputación sufre un retraso en la implantación del expediente íntegramente electrónico y una cultura del uso del papel, a pesar de tener una hoja de ruta para la transición digital. La Intervención también ha detectado una “fuerte resistencia al cambio por parte de algunos usuarios del servicio”.